Eli Roth + la Zombie Walk en la 2ª jornada – Cobertura Especial Sitges 2013 –

Tras la interesante jornada de ayer, hoy nos espera una no menos intensa y variada programación, que dará comienzo con la esperadísima «The Green Inferno», regreso a la dirección de Eli Roth, tras sorprendernos con las dos entregas de «Hostel». Un macabro relato caníbal, que nos transportará a las viejas cintas de Deodato , Lenzi o Martino. Hoy también habrá sitio para varios títulos asiáticos firmados por un habitual en Sitges como es, Johnnie To,  quien nos presenta una entretenida y cómica trama policial en «Blind Detective», o una historia más seria y oscura en «Drug War». Otra interesante propuesta para ésta jornada, es sin duda la cinta de animación «Space Pirate: Captain Harlock» de Shinji Aramaki, reboot del manga de Leiji Matsumoto, que tiene un extraordinario trabajo tras de sí, y que a algunos nos devolverá a nuestra infancia televisíva. 

Otras películas a tener en cuenta en el día de hoy, son la psicológica «Magic, magic» del chileno Sebastián Silva; la sangrienta y lésbica «Contracted» de Eric England; o las que componen la maratón ‘La Nit + Zombie’, como la secuela «The Dead 2: India» de Howard y Jon Ford; los zombies contra robots de «Battled of the Damned» de Christopher Hatton; o la comedia gore «Stalled» de Christian James. La maratón ‘Nous Zombies’, presentará títulos tan geniales como «The Battery» del norte americano Jeremy Gardner; la mexicana «Halley» de Sebastián Hofmann; o la japonesa en blanco y negro «Miss zombie» de Hiroyuki Tanaka.

La sección Brigadoon se unirá a este día dedicado a los muertos vivientes con diferentes títulos entorno al subgénero como «Zombie massacre» (Luca Boni y Marco Ristori, 2012); «April apocalypse» (Jarret Tarnol, 2013); o los documentales «Birth of the living dead» (Rob Kuhns, 2012), y «From Romero to Rome. The rise and fall of the Italian zombie film» (Calum Waddell, 2012).

Todo ello, acompañado por la ya habitual Zombie Walk del festival, que llenará las calles de Sitges de muertos vivientes.

 

COBERTURA DEL SEGUNDO DÍA DE FESTIVAL

«The Green Inferno» (Eli Roth, 2013) por David Solé

Una de las películas más esperadas de ésta edición, era sin duda “The Green Inferno”, el regreso tras las cámaras de Eli Roth, que desde que en 2007 dirigiera la secuela “Hostel 2”, se había dedicado a tareas de producción. Eli Roth arriesga, y se atreve con una cinta que rememora aquellos macabros relatos caníbales, como “Holocausto caníbal” o “Comidos vivos” dirigidos por Deodato y Lenzi, respectivamente, algo que consigue con gran soltura, adecuándose al nuevo público, pero mostrando su particular manera de hacer cine, y su visión más gamberra, cómica y entretenida, en la que no faltarán momentos gore realmente conseguidos, aunque quizás no tan cuantiosos como prometía la promoción del film, que la tachaba como una de las más sangrientas del festival, y que posiblemente haya hecho decepcionar a más de uno, creando división de opiniones.
Mi valoración ante el nuevo trabajo de Eli Roth es tremendamente positiva, ya que la película posee una gran fuerza visual, gracias a los escenarios por donde transcurre la historia y por las explícitas escenas de violencia, resultando entretenida de principio a fin. Tras una primera parte en la que conocemos a los personajes y sus intenciones, (cierto es, que los personajes son el estereotipo mil veces visto) llega un accidente espectacular con el que dará comienza la verdadera fiesta caníbal, donde Roth nos tiene reservados momentos y situaciones impactantes, que quizás no tengan la crudeza de las obras de los 80, pero que llenan la pantalla de carnaza. Momentos clave en el film, como el desconcierto de los jóvenes cautivos cuando son atacados por la tribu indígena, el primer y escalofriante desmembramiento a todo plano, y los posteriores intentos frustrados por huir, serán recordados como el regreso del mejor Eli Roth.

 «The Battery» (Jeremy Gardner, 2013) por Daniel Espinosa

Ha quedado más que demostrado a lo largo de la historia del séptimo arte que con pocos recursos pueden conseguir elaborarse grandes obras (de hecho el estar limitado en cuanto a medios magnifica en el autor en cuestión, si lo posee, el potencial imaginativo), pero The Battery no es el caso, y es que el predominante aburrimiento (los largos silencios son insoportables y las conversaciones al más puro estilo Quentin Tarantinono profundas sino banales) ensombrece por completo los aciertos (escasos pero lo hay, por supuesto) de Jeremy Gardner tras las cámaras, quien ha errado estrepitosamente su planteamiento desarrollando equivocadamente un argumento que de tan primitivo podría haber resultado cuanto menos curioso (muchos comentarios son, en efecto, muy sugerentes aun no suponiendo más que chistosas suposiciones como la que sostiene que la fuente de la infección de la pandemia que se ha extendido mundialmente son unos olorosos calcetines); comparar los lamentos de los no muertos con la lluvia que cae sobre el tejado de una casa y afirmar que ambos sonidos son igual de relajantes es una opinión tan subjetivamente válida (la convicción que adopta quien profiere tal símil en la trama es enorme) como la cámara que recoge la (poca) acción en todo momento (una que convierte la tercera persona en primera cuando no conviene), elección fílmica que desentona con el meticuloso minimalismo que prima en una historia en la que las situaciones que los espacios reducidos pudieran ofrecer no se exprimen para nada (el mejor ejemplo de ello es el encierro en un coche que ocupa prácticamente el cuarto final del metraje en el que no se suceden más que propuestas de distracciones tan recurrentes como desesperantes que culminan con el acuerdo de morir al día siguiente, pacto que surge de la embriaguez propia de una fiesta celebrada por dos amigos, inapropiado jolgorio que de hecho se extiende al resto de la película quedando la sensación de haber presenciado una despedida de soltero y no una mortífera invasión), aconteciendo el resto en decorados que solamente han precisado ser desalojados para emplearse como apocalípticos (insuficiente estrategia al no suponer sumatorio alguno). (Leer crítica completa…)

«Drug War» (Johnnie To, 2013) por Gorka Moreno

Otro asiduo al festival de Sitges es el director Johnnie Too, en esta ocasión presenta dos películas  “Blind Detective” y “Drug War”. La que ocupa estas lineas es “Drug War”. “La película narra la historia de un jefe del cártel de la droga china, que es apresado y obligado a participar en una operación encubierta contra el mundo de la meta anfetamina”.

Johnnie Too es uno de los mejores directores dentro del genero de acción que hay en la actualidad, y en lo que concierne a “Drug War” no defrauda en absoluto. Con una historia simple y sin necesidad de giros argumentales nos mantiene pegados a la butaca con una película que rebosa adrenalina y en la que no faltan buenas dosis de humor negro.

El film técnicamente es notable, apartado en el que la fotografía y la banda sonora juegan un rol importante, ya que crean una atmósfera que logra atraparnos de principio a fin. Otro punto importante a favor de “Drug War”, son sus protagonistas, que nos ofrecen unas interpretaciones convincentes, de la mano de Louis Koo como el traficante atrapado que será capaz de cualquier cosa con tal de no morir y de un Sun Honglei como jefe de policía que hará lo que sea con tal de llevar a todos los traficantes ante la justicia.

En definitiva nos encontramos ante una película de obligado visionado para los amantes del cine de acción.

Lo mejor: Las escenas de acción.

Lo peor: Los problemas de censura por los que ha tenido que pasar gracias al gobierno chino.

 «Magic, magic» (Sebastián Silva, 2013) por Daniel Espinosa

Parece seguir vivo el espíritu de una generación de directores que rozan el surrealismo con valentía y vigor, pero como sucede con el caso deSebastián Silva (quien se interna por vez primera en lo que se podría definir como el territorio del terror surrealista, especie de subgénero en el que se englobaría también Alicia en el país de las pesadillas con la semejanza entre ambas que los defectos de ésta son igual de llamativos que los de aquella) y su Magic magic, una obra mitad dramática mitad cómica que parece confirmar (con total respeto a todos aquellos que presentes misma nacionalidad) que los directores chilenos no poseen el talento que el actual panorama cinéfilo exige (Nicolás López y suPromedio rojo de veras hicieron creer que así era y ahora se vuelve a repetir dicha mala sensación), pues con ésta modesta producción el autor se toma la molestia de crear una atmósfera opresiva que en todo momento contribuye a enrarecer una propuesta que podría equipararse a la de Martha marcy may marlene (con ella se desveló que las antaño hermanas Olsen no son dos sino tres, siendo Elizabeth Olsen la tercera en discordia y la que más sentido interpretativo posee a juzgar por la excepcional encarnación que realizaba en tan aconsejable cinta) en la forma en que un personaje femenino intenta integrarse en un entorno que le es ajeno pero lo hace erráticamente al ser la antesala de un supremo aburrimiento (como bien afirmaba Carl Gustav Jung hasta que lo inconsciente se haga consciente el subconsciente seguirá controlando la vida y se creerá destino, y es que ésta estaba llamada a convertirse en una película resultona y no solamente no ha sido así sino que a duras penas podría llegar a catalogarse de mediocre siendo benevolentes). (Leer crítica completa…)

«Why Don’t you play in Hell?» (Sion Sono, 2013) por David Solé

Estamos en el segundo día de festival, y a falta de muchas películas aún por visionar, puedo afirmar que posiblemente hoy, haya visto la que para un servidor será la película del festival. “Why don’t you play in Hell?” de Sion Sono, ha sido todo un espectáculo y una experiencia inolvidable, una locura pasada de rosca, que Sono maneja con gran carisma y un sentido del humor muy gamberro. El disparatado guión lo escribió Sono con 17 años, y es esa misma pasión adolescente, la que está latente en los jóvenes personajes de la historia, quienes entre sueños imposibles, persiguen grabar algún día su primera y gran película. Como siempre, los personajes creados por Sono son realmente curiosos y carismáticos, y aquí nos ofrece un buen repertorio de ellos.

El director de excelentes obras como “Guilty of romance”, “Cold fish” o “Love Exposure”, nos ofrece 126 minutos de auténtico desenfreno, que contienen grandes escenas, descerebradas situaciones cómicas y una violencia exagerada, que estallará por completo en la última parte del film, cuando se juntan todos y cada uno de los personajes de la historia, en una bacanal tremendamente original y sin precedentes. Sono saca de su chistera mágica, una secuencia surrealista y divertida como pocas, que inevitablemente nos arrastra por una marea de infinitas locuras, que carcajada tras carcajada, nos inundarán de acrobáticos sablazos, innumerables desmembramientos, imposibles decapitaciones, y un sinfín de sangrientos fotogramas para enmarcar. Una película para los seguidores del Sion Sono más gamberro, y del cine más delirante en general.

«Battle of the Damned» (Christopher Hatton, 2013) por Daniel Espinosa

Battle of the damned se postulaba desde su concepción como una digna sucesora de la trilogía Terminator (el cuarto título está tan alejado de la esencia de la franquicia que tan siquiera puede considerarse parte de ella) al compartir idéntica temática (al igual que con muchas otras, pues el clásico conflicto entre humanos y máquinas capaces de sublevarse no es precisamente nuevo) y presentar unos efectos especiales de infarto (la fotografía obra de Roger Chingirian luce espléndida, al igual que la articulación de la mecanización) en relación al escueto presupuesto dispuesto, y aunque el hecho de que fuera lanzada directamente al mercado doméstico en el siempre contemplativo territorio estadounidense hacía sospechar que lo que se presumía en un principio genial finalmente no iba tan siquiera a aproximarse al nivel medio que esta clase de largometrajes alcanzan, en no pocos aspectos supera con creces las exigencias que suscita; realizando el análisis como es debido, es decir, en consecuencia a la validez del producto en sentido global, la curiosidad felizmente no se confunde con la mediocridad (algo que suele ser habitual) y la originalidad no brilla por su ausencia sino por su uso al contar con todos los clichés del subgénero al que pertenece sin caer en la linealidad y simpleza argumental de una trama que no está exclusivamente urdida para ensalzar la portentosa figura del salvador de turno, Dolph Lundgren (tanto indudable protagonista como productor ejecutivo), quien se desenvuelve con soltura tras las cámaras al desigual ritmo que marca tanto direccional como escrituralmente Christopher Hatton, cuya última propuesta, Robotropolis, sirve como punto referencial aun habiendo pasado tres años entre una y otra al guardar grandes semejanzas ambas (especialmente en cuanto al aspecto de los invasores se refiere, sino exacto sospechosa y claramente análogo). (Leer crítica completa…)

«The Dead 2: India» (Howard y Jon Ford, 2013) por David Solé

Son tantas y variadas las comedias zombies, o las películas de infectados que nos invaden festival tras festival, que puede hacerse difícil para algunos, visionar una película como “The Dead 2: India”, cinta que mira al pasado, recuperando el espíritu de aquellos muertos vivientes lentos, llevados magistralmente a la gran pantalla por Lucio Fulci o el maestro George A. Romero. Una arriesgada propuesta que Howard y Jon Ford, ya asumieron en 2010 con la primera entrega, “The Dead”, excelente cinta rodada y ambientada en el corazón de África, que en su día dividió al público de Sitges. Los hermanos Ford, siguen fieles a sus principios, y a los cánones que un día curtieron su amor por el cine, y regresan al panorama tres años después, con una nueva parada en su particular vuelta al mundo, como homenaje al subgénero y a los grandes nombres que lo iniciaron.

“The Dead 2: India”, sigue la misma fórmula que su antecesora, manteniéndose en los márgenes establecidos por los propios directores, quienes rechazan cualquier atisbo de modernidad, entorno a los personajes creados, que pueda hacer fracasar su insistente propósito. En ambos trabajos, los realizadores logran un acertado clímax de inquietud, y nos dejan a nuestra suerte junto al  protagonista, por unos escenarios desolados, desconcertantes y desconocidos por nosotros, que agravan la terrorífica historia, y que nos plantea la incomodidad que sentiríamos, al encontrarnos física y mentalmente alejados de la protección y confort que nos proporcionan nuestro hábitat natural en las grandes urbes. (Leer crítica completa…)

«Blind Detective» (Johnnie To, 2013) por Gorka Moreno

Johnnie To llega este año a Sitges por partida doble como ya comenté en la reseña anterior. La película en cuestión es “Blind Detective” que sigue los pasos de su anterior obra “Mad Detective”. “Blind Detective”, es un thriller ambientado en los bajos fondos de Hong Kong.

“Un detective muy dotado se ve obligado a jubilarse tras perder la vista en plena acción. Desde entonces, se gana ala vida resolviendo casos no resueltos por la policía. Una joven detective muy prometedora, atormentada por el sentimiento de culpabilidad desde que su amiga de infancia desapareció. Ella se ve impresionada por el brío con el que el detective resolvió un caso, decide solicitar su ayuda para encontrar a su amiga. El acepta la invitación con sus propios intereses en mente”.

To en esta ocasión se ayuda de la comedia para componer un thriller con halo de sobrenatural, una comedia que no se anda con medias tintas y sobrepasa con creces lo histriónico, surrealista y a veces hasta lo ridículo. Un film muy personal por parte del director, que se aleja de su cine más característico, como puede ser “Drug war” también en Sitges. (Leer crítica completa…)

 

RESEÑAS BREVES (Bruno Díaz)

«Battle of the Damned» (Christopher Hatton, 2013)
Muy entretenida y modesta película de infectados con un muy acertado Dolph Lundgren en su habitual papel de mercenario cuyo único motivo para vivir es la guerra. Su humildad, excelente ritmo y acertada realización hace que destaque por encima de la media de los clásicos subproductos de video club. Buenos secundarios.

«The Green Inferno» (Eli Roth, 2013)
Decepcionante propuesta la de Eli Roth. No esperábamos un guión sutil ni una elegante dirección pero si lo que se prometió: un regreso descarnado a los universos caníbales de Deoddato, Lenzi y Girolami. Pero los maquillajes de KNB, excelentes, se combinan con unos patosos efectos digitales, las imágenes están aceleradas y / desenfocadas y solo tenemos una verdadera escena ultra gore, dura pero ni de lejos cercana a cualquier momento de los clásicos italianos. En cuanto al corte de cuello, muy bueno de maquillaje, no tiene el mismo poder que una escena similar de Caché. Ya sabíamos que Roth no es Michael Haneke pero no que estuviese tan debajo, de por ejemplo, Bruno Mattei.

«The Battery» (Jeremy Gardner, 2013)
Magnífica película de bajo presupuesto donde dos supervivientes del holocausto zombie afrontan una difícil convivencia forzada. Esplendido guión con inteligentes giros y sugerentes subtramas. Cuenta con dos escenas de antología y la parte final es un tour de force de gran pesimismo y tensión.

 

 

 

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