Crítica. «My Soul To Take» (Wes Craven, 2010)

Un terrible asesino que parece muerto, pero jura venganza con su último aliento. Una maldición que cae sobre un pueblo perdido en Estados Unidos. Un grupo de jóvenes malditos, acechados por el asesino años después. Nadie les cree, pero van cayendo uno a uno… Sí, es el argumento de buena parte de las películas de terror del cineasta Wes Craven, un clásico del género, que le ha dado mejores y peores resultados en el pasado, pero que ahora, en pleno siglo XXI, comienza a cansar. Y más si piensas que Craven puede dar más de sí. Pero es que –lo voy a soltar rápido, para que resulte menos doloroso-, My Soul to Take es una película bochornosa, muy mala, que parece dirigida por algún novato o por alguien sin interés en el género fantástico. (Leer crítica completa…)