Crítica. Resident Evil: Venganza (Paul W.S. Anderson, 2012)
Mucho ha llovido desde la película original de Resident Evil, quizá la única decente de la saga, sin llegar a epatar, pero que gozó de su éxito por estar basada en un famoso videojuego de terror y por unas escenas de acción bien cuidadas. Mucho ha llovido, pero lluvia ácida, sobre la franquicia creada por Paul W.S. Anderson, que con cada nueva entrega, pese a los beneficios en taquilla, rebajaba la calidad del producto, hasta convertirlo en un filme más propio de las tardes domingueras en Cuatro. No obstante, la cuarta parte recuperaba algo de los orígenes, esto es, un reducido grupo de personajes en un lugar cerrado del que resulta difícil escapar, ya que a su alrededor todo son muertos vivientes. Y el final prometía de cara a la quinta parte. Pero al poco de empezar, ya vemos que nos va a tocar sufrir, y no precisamente por el miedo que pueda provocar la cinta. (Leer crítica completa…)