Musarañas. Un relato perverso, irónico y contundente (Sitges 2014)
El segundo día de festival comienza para nosotros con “Musarañas”, producción de Álex de la Iglesia, dirigida por Juanfer Andrés y Esteban Roel, una cinta desgarradora que se agarra firme al terror, para tejer lentamente un oscuro entramado que te destripa en un final apoteósico. El guión, como la película, guarda grandes sorpresas, que nos van llegando de manera dramática a través de un entorno depresivo y perfectamente dibujado en los personajes, quienes se mueven por un convulso escenario en el que se da cita el trauma, la enfermedad, los oscuros recuerdos, la religión más dañina, la falsa moralidad y el amor posesivo. Elementos que los directores manejan con gran acierto, elaborando un cocktel altamente explosivo entre las inquietantes cuatro paredes, que finalmente estalla frente a nuestros ojos, como algo inevitable.
“Musarañas”, es un relato sombrío y perverso ambientado en la postguerra, marco que es utilizado como telón de fondo para mostrar los prejuicios y costumbres de aquella época. Un dramático relato que se sirve de la ironía en muchos de sus diálogos y situaciones, con un humor negro que no desentona con la trama y que la hace más disfrutable. Toda esa ironía y mala leche, surge en gran parte del papel interpretado por Macarena Gómez, Montse, una mujer enferma que vive traumatiza e incapaz de poner un pie fuera de la casa donde vive con su hermana menor, de la que tuvo que cuidar tras la muerte de sus padres. Las interpretaciones son para enmarcar, con una Macarena pletórica en un papel que le viene como anillo al dedo, protagonista indiscutible de la perturbadora historia. Luis Tosar, en un papel secundario, también aporta su granito de arena a la perversa trama, interpretando al padre muerto que se le presenta como la voz de su conciencia, para llevarla por el buen camino según sus creencias. Nadia de Santiago y Hugo Silva están correctos en sus papeles, como sufridores de una pesadilla claustrofóbica entre la locura y la obsesión.
En definitiva, “Musarañas” es un gran relato, oscuro y sobrecogedor, que se cuece a fuego lento para que podamos degustar bien el sabor amargo en nuestros paladares.