
La codirección de
Dan Nelson y Drew Bolduc (
que además es el guionista e interpreta al personaje principal de la cinta) es genuina y aporta frescura al género de terror del cine independiente (
que se ha visto tristemente mermado en los últimos tiempos). Se trata de una película salvaje, controvertida y con un contenido sexual importante, ya que las apariciones de miembros viriles son abundantes e incesantes a lo largo del metraje. Pese a este último aspecto, prima el buen diálogo y las inteligentes situaciones provocadas por una peculiar epidemia.
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