Attack the Block (2011)
Joe Cornish debuta en la gran pantalla con Attack the block, una historia de acción en la que también tiene cabida (y en grandes proporciones aunque sin llegar a sobreexplotarlo) el humor; no es que un exceso del mismo fuera imprudente (de hecho Zombies Party, que comparte productores con ésta, se caracteriza por ello y fue un éxito rotundo), pero en todo caso se agradece el tono de relativa seriedad que la cinta mantiene, presentándonos una trama tan humana (las pandillas callejeras, unas figuras que están a la orden del día) como fantástica (por la parte que toca a la invasión alienígena, en torno a la cual gira el filme desde el primer instante).
A pesar de que en la película podamos ver el rostro del siempre carismático y entrañable Nick Frost, nada tiene que ver este metraje con otros anteriormente coprotagonizados por éste (la ya mencionada Zombies Party, Paul…), en los que la comedia era el recurso utilizado y perseguido en cada escena, puesto que en esta ocasión sigue apareciendo pero mucho más esporádicamente, alternándose con escenas de pura adrenalina y acción trepidante; además, el actor apenas aparece en pantalla, ya que interpreta un papel que tan siquiera se podría catalogar de secundario (la cual cosa también denota rigurosidad en el argumento, sin necesidad de recurrir a estúpidos personajes secundarios que no hacen sino entorpecer una trama fluida y suficientemente interesante por sí sola).
Aunque la temática de las invasiones extraterrestres ha sido utilizada hasta la saciedad, Attack the block la aborda desde una perspectiva novedosa, ya que se centra en un grupo de cinco jóvenes pandilleros que se ven envueltos en un percal del que les costará sudor y lágrimas salir con vida. El grupo está compuesto por Moses (el líder de la pandilla callejera; John Boyega, quien consigue una de las mejores interpretaciones que un servidor recuerda en mucho tiempo), Jerome (el cual precisa de unas extravagantes gafas para poder ver con claridad; Leeon Jones), Biggz (un controvertido adolescente que no cesa en dotar de regularidad a sus alocados intentos de extorsión; Simon Howard), Pest (el chico más razonable del grupo, aunque también el más tímido; Alex Esmail) y Dennis (uno de los integrantes más problemáticos; Franz Dramen); todos ellos deciden asaltar, una oscura noche en la que los fuegos artificiales colorean el cielo de Londres, a Samantha (Jodie Whittaker, la cual lleva a cabo una labor admirable, consiguiendo resultados tan naturales como eficaces), una enfermera de rostro angelical que se disponía a llegar a su casa para descansar tras una dura tarde de trabajo en el hospital.


Lo que parece haber sido un golpe sencillo se complica cuando los cinco chicos vuelven a su bloque de pisos, topándose con numerosas criaturas provenientes de otro planeta (la primera de ellas se apodera del cuerpo de Pogo, el perro de Dennis); éstos bichos son poco convencionales, puesto que tienen un aspecto similar al que resultaría de la combinación entre un gorila, un lobo y un alienígena, presentando una singular característica que a la postre tendrá un significado mucho más importante de que lo que en un principio pudiera parecer: cuando se disponen a abrir sus fauces para devorar a sus presas emiten un sonido estridente, al mismo tiempo que se intensifica el verde fosforescente que inunda sus mandíbulas (en estos momentos podemos atisbar matices de la mítica Alien). Momentos de pura adrenalina (en especial los protagonizados por los querubines Probs y Mayhem, encarnados por Sammy Williams y Michael Ajao respectivamente) y otros de intenso humor en los que Ron (Nick Frost) y su compañero de piso Brewis (Luke Treadaway) estarán presentes irán componiendo un magnífico puzle en el que las piezas comenzarán a encajar a raíz de un revelador descubrimiento (relacionado con la muerte de la primera criatura que hallaron y posteriormente aniquilaron, conservando su enigmático cuerpo en el piso de Ron y Brewis, una morada en la que abunda la droga), hecho que servirá para unir a todos los residentes del edificio (personas del bloque actuando en bloque, paradojas del título…) para exterminar a los insaciables invasores con toda clase de herramientas y fuegos artificiales (salvo Hi Hatz, al que da vida Jumaya Hunter, que decidirá buscar venganza en solitario respecto a un negocio fallido con Moses).
Frases como “están lloviendo Gollums” o la secuencia que protagonizan Ron y Brewis en el sofá de casa debatiendo y reflexionando acerca de la supuesta invasión alienígena que está aconteciendo en el exterior son claras muestras del exquisito humor del que Attack the block hace gala, aunque el apartado más potente del filme es el visual (con unas criaturas simples pero eficaces y un aura de elegancia que envuelve cada uno de los ataques alienígenas); numerosas escenas podrían incluirse dentro del género gore (destacando entre ellas las muertes de Dennis y Hi-Hatz), pero no es éste enfoque el que el director intenta dar, sino uno más simbólico entre las relaciones multirraciales, un tema de debate de suma actualidad que suscita una gran disparidad de opiniones.
Basta con decir que se trata de una de las cintas más esperadas del año para los amantes de la ciencia ficción para poder asegurar que Attack the block genera grandes expectativas, y aunque los primeros diez minutos puedan hacernos pensar lo contrario, éstas se verán superadas con creces merced a una calidad argumental sorprendente (lo normal sería recurrir a tópicos y situaciones absurdas, y esto no se produce) y unos actores que a pesar de su juventud y escasa popularidad bordan sus papeles (en especial John Boyega, al que habrá que seguir la pista muy de cerca); en definitiva, una muy buena propuesta que merece ser visionada por numerosas razones de diversa índole.


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