Boogeyman, la puerta del miedo (2005)
Tras la muerte de su madre, Tim (Barry Watson) debe volver a la casa donde comenzó su peor pesadilla para hacer frente a Boogeyman, el ser diabólico que se llevó a su padre hace dieciséis años y que le ha acompañado durante toda su vida. En su antigua casa, la línea que separa el mundo real del imaginario se resquebraja, y Tim no tiene más remedio que enfrentarse a la oscura fuerza que habita en los armarios para salvar su vida.
Tensión, terror psicológico y muchos sobresaltos hacen de Boogeyman la película que abre la puerta del miedo.
¿Quién no ha oído hablar nunca del “hombre del saco”? ¿Acaso de pequeño no te decían aquello de “duérmete niño, duérmete ya, o vendrá el coco y te llevará? Ahora la leyenda cobra vida con esta película…
La historia nos narra la vida de Tim (Barry Watson), un niño al que de pequeño le atemorizaba la oscuridad, o mejor dicho, la oscuridad de su armario… tenía la sensación de que algo lo habitaba, un ser maligno al que mucha gente (en especial padres y madres) le han querido llamar “el hombre del saco”; pero Tim no es uno de tantos niños que ha escuchado la historia sin más, “el hombre del saco” cogió a su padre y se lo llevó con él…
16 años después, Tim no quiere enfrentarse a sus miedos, no necesita encontrar respuestas a las innumerables e inexplicables cosas que le suceden en su vida y le tienen traumatizado, quiere huir de todo ello. Pero la necesidad de volver a su antigua casa hará que tenga que hacerlo, que deba enfrentarse a lo desconocido que él tanto teme, a una realidad difícil de creer.
Boogeyman es una aventura acerca de los miedos más profundos, aquellos que queremos evitar a toda costa pero que finalmente vuelven a aparecer, donde irán interviniendo personajes de lo más pintoresco y enigmáticos, secuencias dignas de una gran superproducción (en este punto cabe señalar que se hizo con un presupuesto bajo, unos 20 millones de dólares, y como único lugar de rodaje un pueblo de Nueva Zelanda) pero que a la postre resulta una historia bastante común (aunque el tema no lo sea en absoluto).
La colaboración de Sam Raimi (que junto a Rob Tapert forma la compañía que ha recogido esta producción, la ya conocidísima Ghost House Pictures) en este filme se hace presente en cada decorado, en cada situación de peligro, en cada paso que da el protagonista hacia la luz de la verdad a través de la oscuridad (una vez escuché que “cuanto más te acerques a la luz, más grande será tu sombra”, y en esta producción se cumple a la perfección)… ya que esta película es un gran ejemplo de lo que Sam y Rob buscan en su empresa: una película de terror de calidad y bajo presupuesto.
A priori Boogeyman puede parecer una película del montón, e incluso saber que trata del tema del “hombre del saco” puede parecer gracioso, pero al terminar de visionar la película lo cierto es que no te da la sensación de haber perdido el tiempo, a pesar de que no acaba de convencer el desarrollo, ya que se trata de una historia original y en algunos momentos espectacular (a destacar la escena en que Tim cuenta hasta 6 para enfrentarse al monstruo, escena que precede el final) que te dejara con un sabor de boca algo agridulce, ya que las buenas sensaciones que deja en la primera media hora, con un planteamiento más que correcto y una historia prometedora de situaciones inolvidables se convierte en algo parecido a lo que tenemos visto por costumbre, un estancamiento que desemboca en un final algo previsible y falto de chispa, una lástima.
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