Celda 211 (2009)

argumento

La acción se sitúa en un centro penitenciario donde un funcionario novato, objeto de un malentendido, se hará pasar por un temible asesino, guardando su secreto entre los presos con la finalidad de resolver un peligroso motín.

Celda 211Celda 211

critica

La nueva película de Daniel Monzón da inicio con una secuencia breve, pero dura y contundente, en la que vemos como un preso se corta las venas para luego dejar reposar sus brazos sangrantes en una pica llena de agua; la imagen funde a negro. Instantes después conoceremos a Juan (Alberto Ammann), un joven funcionario de prisiones que, para sorpresa de sus futuros compañeros, ha decidido visitar su lugar de trabajo el día antes de iniciarse oficialmente en el. Una decisión que no tardará en rebelarse desafortunada: la visita de Juan coincide con un amotinamiento de los presos; Juan resulta herido accidentalmente y sus compañeros deciden llevarlo con urgencia a una celda vacía, la 211, en la que se suicidó el anterior ocupante, el hombre que aparece en la mencionada primera secuencia de la película: el destino de Juan queda, de este modo, sellado.

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Monzón logra, con la inestimable colaboración del guionista Jorge Guerricaechevarria, un inicio potente, prometedor, que, por suerte prolonga su efecto y buen sabor de boca hasta el final de la función, casi dos horas después. Monzón juega con clichés, pero lo hace con decisión, apropiándose de los mismos para terminar construyendo una propuesta con un saludable hálito subversivo que arremete contra el poder establecido y cuestiona los conceptos de bien y mal. La propuesta es eminentemente entretenida, con un buen ritmo narrativo que impide la presencia de tiempos muertos, pero dentro de los límites de género en los que se mueve la película el director logra colocar algunas cargas de profundidad; ej: unos etarras se convierten en moneda de cambio de los presos para evitar la entrada de los Geos; si las autoridades no siguen estrictamente los pasos exigidos por Malamadre (Luís Tosar) estos presos serán asesinados, lo que podría provocar graves revanchas por parte de la banda terrorista, que exige inmunidad en las prisiones para sus integrantes. Monzón arremete con todo y contra todos: un etarra pregunta a Malamadre que hará en caso de que sus peticiones sean desestimadas, a lo que el líder de la revuelta carcelaria responde “- ¿Que harías vosotros en mi lugar?”.

Celda 211Celda 211

Los guionistas de “Celda 211” dotan a los personajes de un carácter, un humor y una forma de hablar netamente españoles, castizos, barriobajeros: representan a tópicos del género carcelario, pero no están americanizados, su comportamiento es típico de este país…con todo lo bueno y/o malo que esto conlleve.

La planificación de Monzón es extremadamente sencilla, pero muy efectiva en todo momento; esto quiere decir que abundan los primeros planos dedicados totalmente a los actores y sus respectivos diálogos, pero el film, en su sencillez, logra honestamente los objetivos perseguidos y mantiene el interés del espectador.

Precisamente el crescendo narrativo de la película, que debe generar, en buena lógica, un clímax dramático, está resuelto con más elegancia y habilidad de lo esperado. El final es trágico, nada complaciente, y en su desarrollo se encuentran algunos de los planos más logrados de la película, especialmente aquellos que muestran, desde la perspectiva del malherido Juan, que yace en el suelo boca arriba (es decir, con la cámara invertida, desde el punto de vista lógico del personaje) el intento de asesinato de Malamadre por parte de Apache (Carlos Bardem), y la tan temida como inevitable entrada de los Geos en el interior de la prisión: ambos planos tienen algo de irreales, casi de visiones de pesadilla, algo muy lógico en ambos casos, pero especialmente en lo que respecta a la agresión a Malamadre, pues se trata de la agresión a un icono, casi un símbolo, el líder espiritual de los presos.

El conjunto de actores se revela eficaz y sin fisuras aparentes, aunque merecen especial mención algunos de los actores secundarios de la películay la más que correcta prestación del casi novato Alberto Ammann.

Celda 211Celda 211

Seguro que “Celda 211” no es un film perfecto, incluso puede que tenga fisuras de guión (aunque creo que los guionistas se esfuerzan notablemente en evitarlas) y puede también que, al margen de la habilidad narrativa y el talento visual mostrado en algunas secuencias, Daniel Monzón no sea ningún genio del cine, pero su película está por encima de la calidad media del cine español (que está por los suelos, seamos honestos) y eso ya es mucho decir.

Mención especial merece la cantidad de veces que aparece el logo de Telecinco en los interminables créditos iniciales y los abucheos que estos han generado en los espectadores en la muy exitosa sesión matinal de la película en el Festival de Sitges 2009. La extensa lista de entes, televisiones, etc., que han puesto dinero en la película también han merecido el sarcástico comentario de una persona: “-¿Alguien no ha puesto dinero en esta película?”.

trailer

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