Cementerio Viviente (1989)

Una familia se muda a vivir a una bonita casa en el campo, nada que ver con esas casas ténebres con pasado oculto, no, quizás porque el peligro no está en la casa, sino, en una carretera peligrosa que atraviesa el barrio, por la cual pasan cada día decenas de camiones a gran velocidad. Y un sendero que parece llevar a un lugar misterioso.

Mientras se están instalando, conocen a su vecino, un anciano que vive al otro lado de la carretera desde hace años y les advierte del peligro de ésta.
También les cuenta que el misterioso sendero lleva a un cementerio de animales, que tuvieron que construir los vecinos de la zona, ya que sus mascotas morían atropelladas en la carretera, incluso a él le atropellaron a su perro.

Un día, un chico de un instituto cercano es atropellado por uno de esos camiones, el padre de la familia que es médico en el lugar, intenta salvarle la vida, pero todo es inútil y muere en sus manos. Pero justo en ese momento el chico resucita y le previene de un peligro que se encuentra más allá del cementerio de animales.
El padre desconcertado va en busca de su vecino para que le cuente algo sobre aquel lugar, éste, reacio a dar explicaciones parece saber más de lo que dice.
Al día siguiente, el gato de la familia es atropellado en la carretera quedando en el jardín del vecino. Éste, al ver el dolor de la hija por la pérdida de su fiel mascota, se lleva al padre más allá del cementerio de animales, donde se halla un antiguo cementerio indio que esconde un terrible secreto.

 

Otra de las adaptaciones de una novela de Stephen King, de titulo, «cementerio de animales» en la que el terror y el suspense nos acompañan hasta el final del film, con bastante gore bien hecho y uno de los argumentos más intrigante de las obras del genio literario.

Uno de los momentos más duros es cuando en mitad de una de esas típicas barbacoas de bienvenida, el hijo pequeño de la familia, se desvia de la gente jugando con su cometa hacia la peligrosa carretera, siendo atropellado por un camión.

Destacar también, la lograda actuación del niño, que consigue asustarte con esa cara de asesino, mientras dice: – ¿Quieres jugar al escondite?

Cameo: Stephen King aparece como sacerdote en el funeral de Missy Dandridge.

 

 

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