
Las hermanas Miriam y Sandra, acompañadas de John, el novio de esta última, viajan por carreteras secundarias para conocer el viejo caserón que su difunto abuelo les ha dejado en herencia. Al llegar a su destino se encontrarán con la desagradable sorpresa de que la casa está habitada por una extraña familia de cazadores que afirman ser los propietarios legítimos de la misma.
La noche se cierra, y los tres jóvenes deciden aprovechar la aparente hospitalidad del cabeza de familia para pasar la noche en la casa. La noche será larga y un brutal baño de sangre les llevará a descubrir el terrible secreto que esconde la herencia de su abuelo. Cuando la pesadilla da comienzo… ya no hay forma de pararla.



Si has tenido la ocasión de ver algunos de los anteriores trabajos de Sergio Morcillo, como «Bloody Mirrors» o «Psychofobia 1 y 2 «, puedes observar la ascendente mejoría que el joven realizador muestra tanto en su trabajo, como de la valía de la gente que le rodea y que completan reparto y equipo técnico. Con eso no quiero decir que sea un trabajo impecable, merecedor de grandes premios, pero si un gran y gustoso homenaje a aquellas cintas que tanto nos angustiaron en las décadas ’70 y ’80, cuando los survivals de horror, el cine ‘exploitation’ y los ‘rape and revenge’ florecían para disfrute de unos, y escándalo de otros.


Esta claro que
Sergio Morcillo no nos pretende mostrar nada nuevo con
«Don’t Stop», ni que cuenta con las mejores armas para hacerlo, pero la mirada sucia y nostálgica que realiza de títulos como
«I spit on your grave»,
«La última casa a la izquierda», y en especial a
«La matanza de Texas» de
Tobe hooper, (
a la que recordaremos en diferentes momentos de la cinta), logra atraparte a la butaca y permitirte disfrutar de un festín de violencia, sexo y sangre, con un cierto regusto a la España profunda, y una clara intención de calcar personajes de la América más desolada y sangrienta.


El cortometraje, (o medio metraje, dada su extensa duración), nos deja algunas escenas interesantes. Un prólogo típico en éstas producciones, para dejar claras las intenciones de la cinta, y que abre un sugerente hilo conductor con la niña como protagonista. La secuencia psicodélico-musical al estilo Rob Zombie y sus ‘mil cadáveres’, o momentos esperados por todos como decapitaciones, cuchilladas o violaciones. Un repertorio que a pesar de sus carencias, consiguen un aceptable y desagradable entretenimiento.


La escena de la violación, no resulta todo lo fuerte que se podía esperar, pero añade momentos sucios, vejatorios y de gran sarcasmo. Cerveza como lubricante, y los rebudios de un cerdo como banda sonora, dejando claras las perversas aficiones del violador.
Por otro lado, quizás se esperaba un mayor protagonismo del personaje desangelado de la niña, quien nos adentra en la historia tanto en los tráilers como en el prólogo, y que luego resulta una más de la familia, incluso con menos escenas interesantes.
En definitiva, «Don’t Stop», resultará una entretenida y bizarre apuesta con la que rememorar viejos títulos de video club, que llegará más a los que busquen sangre fácil y una historia directa, pero no tanto a las inquietas mentes que necesiten algo más.



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