I Saw the Devil (2010)
Kyung-chul es un psicópata peligroso que mata por placer. Ha cometido asesinatos en serie infernales con unos métodos diabólicos difíciles de imaginar. Sus víctimas son desde chicas jóvenes hasta niños. La policía lleva tiempo tras su rastro sin lograr capturarlo. Un día, su presa es Ju-yeon, la hija de un jefe de policía retirado, cuyo cadáver es hallado en un estado espantoso. El novio de la chica, Soo-hyun, un agente secreto, se propone dar personalmente con el asesino. Jura hacer todo lo que esté en su mano para vengarse del criminal, aún si eso conlleva que él mismo se convierta en un monstruo.
Crítica realizada con motivo de la proyección del film en el 43º Sitges Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Catalunya 2010
Aunque resulta algo difícil clasificar la mezcla de géneros que conforma I Saw the Devil, el film quizá pueda considerarse algo así como un thriller épico repleto de humor negro y mala leche. En ella, el habitual resquebrajamiento de la familia feliz coreana lleva a dos tipos a enfrentarse continuamente con el único afán…de destruirse mutuamente. Por un lado, tenemos a Soo-hyun, un agente secreto que, de un día para otro, contempla como el inminente enlace con su novia (la cual, además, está embarazada, aunque esto es algo que Soo-hyun todavía no sabe) se vuelve literalmente imposible, pues el cadáver despedazado de la chica es hallado por la polícia.
Por otro lado se encuentra Kyung-chul, el asesino de la chica, un tipo extraordinariamente peligroso que ha dejado completamente de lado a su familia, la cual incluye a un hijo pequeño. Un encendido enfrentamiento entre los dos hombre dará inicio cuando Soo-hyun decida emplear métodos expeditivos hasta dar finalmente, de entre los cuatro posibles sospechosos que baraja la polícia, con el asesino de su novia. Al tercer intento, Soo-hyun hallará en Kyung-chul al hombre que busca, pero en lugar de matarle a la primera ocasión, el plan del vengador pretenderá ir destrozando poco a poco al psicópata, hasta que llegue el momento en que el sufrimiento del mismo haya saciado por completo su sed de venganza.
Así planteado, el argumento del film no resulta especialmente original, pero hay que reconocer que Kim Ji-Woon demuestra talento al convertir el material de partida en una especie de salvaje versión coreana de las aventuras del Coyote y el Correcaminos. Ji-Woon filma realmente bien y I Saw the Devil contiene algunas secuencias estupendas, por mucho que aún sea demasiado pronto para determinar el grado de calidad del film, pues su duración quizá sea excesiva (145 minutos) para la anécdota argumental sobre la que se sostiene, y su visionado en Sitges, en una jornada de películas especialmente largas (Detective Dee and The Mistery of Phantom Flame dura 122 minutos y la nueva versión de Metrópolis roza las dos horas y media) no permita ver las cosas con la mayor claridad posible. En todo caso, la impresión inicial que deja I Saw the Devil es realmente satisfactoria.