Origen (2010)
Película de ciencia ficción dirigida por el prestigioso Christopher Nolan. Su protagonista (Leonardo DiCaprio) experimenta con un nuevo sistema para penetrar en la mente de las personas, haciéndose con sus secretos más profundos. En teoría ello debe facilitar el trabajo de la justicia, pero plantea numerosas cuestiones morales. Una joven estudiante (Ellen Page) es la impulsora del proyecto.
¿Qué es “origen”? Esta es la pregunta que te asalta desde el principio, y que, a medida que avanza la historia pareces encontrar la respuesta (una respuesta con múltiples formas, al igual que la lectura de la cinta).
La base de la película es más o menos sencilla: un grupo de personas que logran recrear los sueños en un falso mundo donde todo está formado por el subconsciente. La cosa se complica cuando la empresa consigue fabricar sueños dentro de los sueños, e incluso un tercer nivel de sueños.
En Origen tienes que prestar atención a todos los detalles, por efímeros que parezcan, ya que cada uno de ellos formará al final del filme un puzle realmente complicado de completar, ya que los matices que desprende la historia son innumerables, y captarlos todos no resultara una tarea sencilla.
Jake (Leonardo DiCaprio) es un hombre de negocios atormentado por la muerte de su mujer Mall (Marion Cotillard), cuya especialidad es la protección (y substracción) de datos en los sueños de las personas. Su misión más difícil, la que le permitirá volver junto a sus dos hijos, es de lo más enrevesada y complicada ya que Fischer (Cillian Murphy), su sujeto de exploración, es un poderoso hombre de negocios al que hará falta llevar hasta límites insospechados para sacarle la información que pretenden conseguir. De la financiación del proyecto se encargará Saito (Ken Watanable), uno de los hombres más ricos del planeta que se embarcará en la aventura para ir siguiendo de cerca los progresos. Arthur (Joseph Gordon-Levitt) siempre se ha encargado de la construcción de los sueños (ya que estos precisan de un arquitecto para la base de los escenarios, todo lo demás lo añade el subconsciente de cada sujeto) pero para este trabajo precisarán de la inestimable ayuda de Ariadne (Ellen Page), una virtuosa en el campo de la construcción que se ocupará de crear los laberintos que compondrán los escenarios de los sueños de Fischer. En este punto hay que señalar que lo que pretenden hacer es inculcarle una idea a Fischer, la idea de que no debe seguir con el negocio de su recientemente difunto padre, y esto únicamente se puede lograr elaborando tres niveles de sueños (donde cada uno tenga una finalidad específica y la suma de los tres dé cómo resultado el objetivo que quieren conseguir) gracias a la ayuda de un anestesista, Yusef (Dileep Rao), encargado de mantener dormidos a los involucrados y un infiltrado en los sueños, Eames (Tom Hardy), que intentará confundir a Fischer para lograr la meta.
“Los sueños nos parecen reales mientras los tenemos, sólo cuando nos despertamos nos damos cuenta de que algo no cuadra”, este es el lema de la película, y que únicamente se puede romper llevando contigo algún objeto que te permita saber si lo que estás viviendo es un sueño.
Christopher Nolan consigue, de nuevo, reinventar el género (el de la ciencia ficción) escribiendo y dirigiendo una película original, apasionante y compleja a partes iguales, en la que todo tiene sentido y nada está por estar. Con un presupuesto similar a la gran triunfadora de 2009 El caballero oscuro lo cierto es que el director realiza un trabajo sobresaliente, con unos efectos especiales increíbles y un final tan abierto que debería de servir de ejemplo a muchos directores. El único punto negativo de la película quizás sea que por momentos se hace un tanto pesada y las escenas espectaculares se alargan más de la cuenta (como si se quisiera recrear en esas partes), pero en general está muy equilibrada y a cada instante da la sensación de que estás viendo algo que pasará a los anales de la historia del cine.
Los actores interpretan unos papeles soberbios, profundos y con muchos matices que, todos y cada uno de ellos, consiguen llevar ante las cámaras extraordinariamente (destacando un genial Leonardo DiCaprio y el grandísimo papel de Cillian Murphy).
Quizás Origen consiga de una vez por todas que la ciencia ficción ocupe un lugar en lo más alto de las grandes candidatas a llevarse los premios importantes del mundo cine, ya que el reconocimiento de los millones de espectadores que asistirán a las salas de cine seguro que lo tendrá.






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