La Herencia Valdemar (2010)
Maximilian, presidente de la compañía para la que trabaja Luisa, contrata los servicios del detective Nicolás Tramel para que la encuentre. No es la primera desaparición. Poco tiempo atrás otro tasador llamado Orquicia – compañero de Luisa y amigo del detective Tramel – también se esfumó cuando le enviaron a valorar el contenido de la mansión Valdemar; sin embargo, a la compañía INMOBERANCE el destino de este empleado parece traerle sin cuidado.
El detective se traslada al lugar de los hechos y emprende un viaje al pasado acompañado por la arrogante Doctora Cerviá, presidenta de la fundación Valdemar, quien le pone en antecedentes del caso y relata la tragedia de Lázaro y Leonor Valdemar, el matrimonio que habitaba la casa de la leyenda allá por el año de 1880.



El terror, tanto en la literatura como en el cine, es un genero fuertemente arraigado al subconsciente colectivo y al imaginario de la época y sociedad en la que vive; aquello que nos provoca miedo nace de la ignorancia y de lo desconocido y es por eso que los terrores que acechaban a nuestros antepasados rara vez consiguen sobrevivir un par de generaciones. Howard Philip Lovecraft supo desentrañar y sintetizar el horror de aquel principio de siglo XX que le toco vivir, un tipo de horror mucho menos espiritual del que acechaba a su antecesor Edgar Allan Poe, debido a que los avances en la ciencia habían abierto un nuevo espacio para el terror en las mentes de aquellos que conformaban esa sociedad de inicios de siglo: El miedo primigenio por lo que se esconde tras las estrellas.
Traer de vuelta a la vida las obras de Lovecraft tiene la desventaja de enfrentarse a un terror que esta pasado de moda y que de terrorífico no le quede mas que el esqueleto. pero ojo, con esto no quiero decir que cualquier intento por llevar a la pantalla la obra de lovecraft este destinado al fracaso, sino que supone un doble esfuerzo: El de adaptar una obra literaria a guion cinematográfico y el de discernir que elementos de terror del texto original pueden aterrorizar al espectador actual. Un ejemplo de ello es “In the Mouth of Madness” (En la Boca del Miedo, 1995), una película que, a pesar de no ser una adaptación, está imbuida de esencia lovecraftiana, y a día de hoy sigue inspirando desasosiego. Por desgracia, “La herencia Valdemar” no sigue esta linea; la película dice estar inspirada en el universo de H.P. Lovecraft, y digo dice por que podría, si no lo dijera, haber estado basado en cualquier otra cosa o en ninguna, es más, tiene mas semejanzas con el género de terror gótico, propio de las producciones de la Hammer basadas en los relatos de Poe (imagino que por eso el titulo hace referencia a una obra suya), Mary Shelley o Bram Stoker, que con el imaginario del señor Lovecraft. Y eso de por si no es malo si estuviera bien hecho, que no es el caso. Una de las peculiaridades de “La herencia Valdemar” es que, a causa de sus mas de 180 minutos de duración originales, ha sido cortada en dos a la brava y a la torera, y por ello, para sorpresa y destrempe del espectador, esta película no goza de final, y en vez de ello, la película, por aquello de intentar compensar el coitus interruptus, se cierra con imágenes de su secuela o continuación: “La herencia Valdemar 2”, en la que ahora sí, podremos hacernos a la idea que estamos frente a una obra con posibles referentes “Lovecraftianos”.
“La herencia Valdemar” es la obra del director y guionista novel Carlos Alemany, y se nota: unas actuaciones para nada acertadas, una pésima dirección de actores, diálogos de baratillo, un lenguaje visual de los mas chabacano, personajes unidimensionales y un guion mas propio de una novela de Corin Tellado que de un cuento de Lovecraft o Poe, son los elemento que confeccionan este despropósito hecho película, que en mi humilde opinión pasara a la historia como ya lo hizo su antecesora «Dagon», sin pena ni gloria.
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