Lobezno Inmortal (2013)
SINOPSIS
Basada en el aclamado cómic, esta épica aventura lleva a Lobezno (Hugh Jackman), el personaje más icónico del universo de los X-Men, a Japón en la actualidad. En un mundo desconocido para él se enfrentará a su peor enemigo en una lucha a vida o muerte que le cambiará para siempre. Vulnerable por primera vez y desafiando sus límites físicos y emocionales, no sólo se enfrenta al letal acero samurái, sino también a una lucha interna contra su propia inmortalidad que le volverá más fuerte de lo que jamás le hemos visto.
CRÍTICA
Una nueva película en torno a una de las figuras de los X-Men más carismáticas, dirigida por James Mangold (responsable de películas tan admirables como En la cuerda floja y gratificantes como Identidad pero también insulsas como Día y noche) tras la declinación por parte deBryan Singer y Darren Aronofsky, ve la luz con resultados muy distintos a la primera entrega, y es que la concepción de basarse en el cómic de Frank Miller y Chris Claremont podría tildarse de nula, optando el autor por diferentes estilos de lucha, despiadados samuráis, letales ninjas y todo un arsenal de artes marciales que, en su momento de mayor debilidad, pondrán a prueba el espíritu y la fortaleza física del protagonista al tiempo que descubre los límites y la maldición de su condición; mucha acción, permitiéndose ciertas licencias como algún que otro disparate (el combate encima de un tren bala se lleva la palma con diferencia) es lo que se recoge en Lobezno inmortal, de la cual cabría destacar un guión sólido en el que se presentan muchos cabos pero ninguno suelto y, sobre todo, poder soñar con la reunión de nuevo de la patrulla justiciera más famosa del séptimo arte por mucho que otras intenten desbancarla con mayor (pocas) o menor (muchas) éxito popular.
Las demoras en el estreno (los retrasos del rodaje debidos a los cambios de realizador propiciaron que el plazo para que el filme viera la luz se extendiera a nada menos que tres años) y el repentino cambio de escenario (el emplazamiento iba a ser Australia en lugar de Japón) no ha mermado lo más mínimo la calidad de un producto cuya decantación por la presunción de cercanía de un superhéroe en lugar de la incidencia en los poderes del mismo convierte la historia en muy disfrutable (aun pecando excesivamente de sentimentalismo) al mantener el interés del espectador de principio a fin y distanciarse de otras tantas producciones de semejante (o idéntica) temática en las que prima la fantasía (y por ende la irracionalidad) por encima de una mínima elocuencia; con una imagen muy cuidada y acorde con los acontecimientos narrados (si bien es cierto que determinados detalles como las cejas perfectamente perfiladas de alguien que lleva varios meses viviendo como un ermitaño en plena naturaleza se podrían haber vigilado más), el principal reclamo no son los quehaceres diarios de un semidiós sino plasmar con la mayor exactitud posible la cultura nipona, algo que se alcanza perfectamente en gran parte gracias a los integrantes pero también a la inmaculada puesta en escena de la que se ha decidió dotar a la trama, totalmente adecuada.
Atormentado por asesinar a sangre fría a Jean, (la cumplidora a la par que irresistible Famke Janssen, intermitentemente presente mediante oportunas alucinaciones que ponen de manifiesto que un sentimiento puede seguir latente aun desapareciendo la persona que lo suscita), la mujer a la que amaba incondicionalmente en aras de salvaguardar la existencia de la raza humana, Logan (Hugh Jackman, quien demuestra una vez más que el personaje al que encarna parece haber sido concebido a su imagen y semejanza) permanece alejado de la sociedad en una húmeda cueva situada en la cumbre de una inhóspita montaña hasta que Yukio (Rila Fukushima, asemejándose la forma de su cabeza a un huevo se desquita de tan indeseable apariencia demostrando su gran talento), la intrépida sobrina adoptiva de Kenuichio (de adolescenteBrian Tee y Hal Yamanouchi en edades avanzadas, ambos precisos en su cometido), un militar al que salvó muchos años atrás, le ruega que la acompañe para cumplir el último deseo de su abuelo; la presunta pretensión del antiguo combatiente es devolverle el enorme favor que recibió por su parte haciéndole saber que su prestigiosa industria ha descubierto la manera de poder traspasar la maldición de ser inmortal (el adjetivo elegido para referirse a tal característica se debe a que a pesar de conllevar la ventaja de vivir para siempre lleva también implícita la no concepción del tiempo y que los seres queridos vayan muriendo uno tras otro sin remedio posible) a otro, lo cual hace que se replantee seriamente si realmente merece la pena eludir tan indeseable como inevitable para el resto de seres destino, pero finalmente deniega la supuesta gratitud.
Contra su voluntad le es inoculado el oportuno insecto provocador de la reversibilidad por parte de Viper (Svetlana Khodchenkova, muy certera aunque ello implique la suscitación de cierto grado de apatía hacia ella), una despampanante mutante cuyos propósitos se alejan completamente de los que le han sido anunciados, dando inicio a una serie de descubrimientos que harán que comience a sospechar que todo forma parte de un plan maestro urdido por Shingen (Hiroyuki Sanada, versátil actor cuya experiencia en artes marciales se remonta a su juventud), el hijo al que no ha dejado ningún bien el fallecido en detrimento de Mariko (Tao Okamoto, tan contundente como atractiva), la hija de éste a la que le ha sido concertado con premeditación contraer matrimonio con Noburo (Brian Tee, la crueldad para estar muy arraigada en su ser aun sin exprimirla), un empresario tan adinerado como interesado; así comenzará el renacer de Lobezno, el alter ego de Logan que tanto ha tratado de ocultar el mismo a traer tras de sí nada más que desgracias, pero para lograr difícil misión de proteger a su nueva musa (así se podría definir al proporcionarle la estabilidad emocional que tanto ansiaba a raíz de una prematura relación surgida de la nada) y que los negocios legados en ella sigan siendo prósperos deberá rescatarlo del olvido, aunque ello implique nefastas consecuencias para su especie a juzgar por el ilusionante contacto visual que mantienen tras los créditos finales los dos líderes por excelencia de los ejércitos mutantes del bien y el mal, es decir, el Professor X (Patrick Stewart) y Magneto (Ian McKellen).
Que nadie caiga en equívocos, a pesar de lo que pueda llegar a hacer pensar el desarrollo de la historia (el pausado ritmo será para algunos un tanto desesperante pero sin duda resulta pertinente) y ciertos detalles de la puesta en escena (los efectos especiales lucen más que aceptables a lo largo de la larga trama de más de dos horas de duración pero ciertos compases de la misma se aproximan peligrosamente a una ciencia ficción no buscada), se trata de una superproducción en toda regla en la que se ha invertido la redonda cifra de cien millones de dólares (en comparación con los ciento sesenta de X-Men: Primera generación y los doscientos veinte de Marvel Los Vengadores no parece tanto pero vaya si lo es), lo cual se traduce en un espectáculo visual considerable en el que abunda entre el mayoritariamente desconocido reparto la procedencia japonesa, un considerable ahorro económico pero no (por suerte) en una inexpresividad mayúscula, resaltando todavía más el formidable planteamiento y la consecuente fórmula empleada; teniendo en cuenta que la antecesora X-Men orígenes: Lobezno de Gavin Hood(el apellido no hizo precisamente justicia a lo que produjo) no fue bien acogida por los aficionados a la saga ni obtuvo buenas críticas de prensa a pesar de no ser tan alarmantes los resultados en taquilla (ciento cincuenta millones produjeron tres cientos setenta y cinco), ésta segunda aventura en solitario de tan célebre personaje probablemente coseche una mediocre recaudación (los antecedentes prevendrán erróneamente a más de uno) aunque es de esperar que no tan infames opiniones (motivaciones para escribir en contra hay pocas a tener del producto del cual se trata), pues aquella pudo considerarse una cinta destinada a caer en el olvido y la presente continuación de buen seguro se prejuzgará aun siendo mucho más que decente (tampoco se aproxima a la excelencia pero qué duda cabe que brinda la posibilidad al público que lo desee de pasar un buen rato entretenido y amortizar el precio de su entrada, sin ser necesario optar por la opción tridimensional al no suponer, como es habitual, la suficiente diferenciación entre ésta y el formato clásico).
[youtube]Rh1LdTFkm7I[/youtube]
[youtube]l26OhcCsl7Q[/youtube]
[youtube]ySDaP_of7Fw[/youtube]
FICHA TÉCNICA
Título original: The Wolverine
País: USA
Año: 2013
Duración: 128 min.
Productora: 20th Century Fox
Director: James Mangold
Guión: Christopher McQuarrie, Mark Bomback
Reparto: Hugh Jackman, Will Yun Lee, Khodchenkova, Hiroyuki Sanada, Hal Yamanouchi, Tao Okamoto, Rila Fukushima, Brian Tee, Svetlana Khodchenkova.