Long Weekend (2008)
Jamie Blanks (Leyenda urbana y Un san valentín de muerte) anuncia que se encargará del remake de «Largo fin de semana» (Long weekend, 1978).
Un matrimonio en crisis se van a la playa, en Australia a pasar unas vacaciones, cuando la naturaleza, inexplicablemente, comienza a reaccionar cruelmente a la presencia de la pareja.
‘Long weekend’ se trata del remake de la cinta del mismo nombre, que Colin Eggleston dirigiera en 1978. La nueva revisión del título, la lleva a cabo Jamie Blanks, director de ‘Leyenda urbana’ (1998) una correcta cinta teen llena de caras nuevas, que aprovechaba el ‘Boom’ de películas como ‘Scream. vigila quien llama’ o ‘Se lo que hicisteis el último verano’. Más tarde, dirigiría un proyecto menos agraciado como fue ‘Un San Valentín de muerte’. Con este ‘Long weekend’ (Largo fin de semana) el director se involucra en una historia más seria y adulta, que pone en evidencia al ser humano.
La historia que nos propone Blanks, sitúa a un matrimonio en crisis sentimental, como muestran las intensas y notorias discusiones que desde el principio toman protagonismo entre ellos, aunque no será hasta la parte final cuando descubramos los verdadero motivos de esa desavenencia. Pero eso solo será un pretexto para un reconciliador viaje, en el que a pesar de un paisaje idílico y romántico, esta situación no cambia a mejor.
La cinta comienza desde muy pronto a ofrecer pequeños detalles del verdadero propósito del metraje, una especie de reivindicación del mal trato al medio ambiente, con unas cuantas acciones contra natura de los protagonistas. El canguro atropellado, la colilla encendida, o la bolsa de plástico en medio del bosque, son acciones que más tarde cogerán sentido a todo el entramado.
En la primera parte de la cinta, la tensión vendrá de la mano de las discusiones de la pareja, que poco a poco se irán agravando, junto a una forzada situación que no les permite separarse. La primera hora del film, no guarda grandes momentos, incluso hay momentos que rozan el aburrimiento, mientras el espectador busca sentido a todo lo que está ocurriendo entre los personajes y su entorno, en el que ya se intuyen unas reacciones nada casuales.
En los últimos minutos del film se intensifica todo. Las peleas y agresiones, se fusionan al ataque de Águilas, los ruidos nocturnos y el cadáver de un Manati, al que los protagonistas se ven obligados a matar. Un animal que no parece estar tan muerto como aparenta, que protagonizará la escena más terrorífica de la película. Momentos surrealistas que darán un toque especial a la historia, que guarda una escena final donde todo queda claro, como protagonistas, el personaje principal, un trailer y un pájaro que se cruza en el camino… Todo termina, como no podía ser de otra manera.
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