Macabre (2010)
Seis amigos celebran una fiesta para despedir a una de las parejas que se marcha a trabajar a Australia. Ya en la carretera, recogen a una misteriosa joven en medio de la tormenta que termina convenciéndoles para que todos entren en su casa y puedan recibir los agradecimientos de su familia. Allí les espera Darah, la inquietante madre que parece sentir un obsesivo y extraño interés por el embarazo de una de las parejas.



Cada vez son más las producciones asiáticas de terror, que nos llegan de dispares nacionalidades como Filipinas, Malasia o Indonesia. Un mercado que lleva años aportando títulos al género, gracias a personajes tan ilustres como los filipinos Gerardo De León y Eddie Romero, que firmaron una trilogía compuesta por «Island of the living horror» (1966), «Mad doctor of blood island» (1968) y «Beast of Blood» (1970). Un cine que en nuestro país no prolifera mucho, y poca es la información que se tiene de ellas, quedando como algo que solo los más inquietos seguidores del género logran recopilar. Actualmente, el director filipino Yam Laranas, y sus trabajos «The Echo» o «Patient x» son una muestra del buen gusto y la especial dedicación que podemos encontrar en estas producciones, que cada vez más, logran aportar interesantes propuestas que alcanzan un nivel más que notable.


Este es el caso de «Macabre», cinta Indonesa dirigida por Kimo Stamboel y Timo Tjahanto, más conocidos como los Mo Brothers, quienes nos presentan una historia tan simple como eficaz, que ha recibido gran cantidad de elogios en los diferentes festivales especializados por los que ha pasado. Seguramente, los mismos por lo que antes pasaron cintas como «Haute Tensión», «A L’interieur» o «Martyrs», por nombrar algunas de las más interesantes de los últimos años, y que siguen una línea similar a la cinta que nos ocupa. En este punto hay que aclarar, que la cinta que nos proponen los Mo Brothers, flaquea en el plano argumental, ofreciéndonos una historia poco original que se sitúa tras la estela de producciones occidentales de género, fabricando una copia de momentos estelares en el cine, aunque eso sí, sin perder ese misterioso espíritu oriental, que siempre navega por la perversidad, y que tan bien se maneja por aquellas tierras.


A pesar de encontrarle puntos negativos al film, como el hecho de que la historia no nos depare grandes sorpresas en su desarrollo, y que en ocasiones las acciones resulten algo previsibles, hay que destacar su seriedad, fluidez y entretenimiento, así como el misterio que aportan determinados planos y personajes, (En concreto la familia de desviados al completo) que se apodera poco a poco de la pantalla. Un propósito que los directores realizan con toda sencillez, sin ofrecer grandes banalidades que puedan caer en irreparables despropósitos, no hay nada inesperado, pero tampoco nada que estropee lo visto en ella. En algo tan simple no te la puedes jugar, y eso es lo que se plantea en la película, una situación concreta, algo visto en infinidad de ocasiones, pero que sigue un desarrollo práctico y dinámico, que además avanza por un interesante y morboso camino.


Además, todo acaba en una estupenda bacanal sangrienta que termina por despejar cualquier duda sobre su entretenimiento, una lucha por la supervivencia en la que no faltarán las decapitaciones, los despieces humanos, los cuchillos y las sierras mecánicas, que harán el disfrute de los que esperamos ver al final, suelos y paredes cubiertas de sangre. Una cruel y sádica historia que va de menos a más, pero como todo en la película, está elaborado con moderación y muy buen gusto.


Este es el caso de «Macabre», cinta Indonesa dirigida por Kimo Stamboel y Timo Tjahanto, más conocidos como los Mo Brothers, quienes nos presentan una historia tan simple como eficaz, que ha recibido gran cantidad de elogios en los diferentes festivales especializados por los que ha pasado. Seguramente, los mismos por lo que antes pasaron cintas como «Haute Tensión», «A L’interieur» o «Martyrs», por nombrar algunas de las más interesantes de los últimos años, y que siguen una línea similar a la cinta que nos ocupa. En este punto hay que aclarar, que la cinta que nos proponen los Mo Brothers, flaquea en el plano argumental, ofreciéndonos una historia poco original que se sitúa tras la estela de producciones occidentales de género, fabricando una copia de momentos estelares en el cine, aunque eso sí, sin perder ese misterioso espíritu oriental, que siempre navega por la perversidad, y que tan bien se maneja por aquellas tierras.


A pesar de encontrarle puntos negativos al film, como el hecho de que la historia no nos depare grandes sorpresas en su desarrollo, y que en ocasiones las acciones resulten algo previsibles, hay que destacar su seriedad, fluidez y entretenimiento, así como el misterio que aportan determinados planos y personajes, (En concreto la familia de desviados al completo) que se apodera poco a poco de la pantalla. Un propósito que los directores realizan con toda sencillez, sin ofrecer grandes banalidades que puedan caer en irreparables despropósitos, no hay nada inesperado, pero tampoco nada que estropee lo visto en ella. En algo tan simple no te la puedes jugar, y eso es lo que se plantea en la película, una situación concreta, algo visto en infinidad de ocasiones, pero que sigue un desarrollo práctico y dinámico, que además avanza por un interesante y morboso camino.


Además, todo acaba en una estupenda bacanal sangrienta que termina por despejar cualquier duda sobre su entretenimiento, una lucha por la supervivencia en la que no faltarán las decapitaciones, los despieces humanos, los cuchillos y las sierras mecánicas, que harán el disfrute de los que esperamos ver al final, suelos y paredes cubiertas de sangre. Una cruel y sádica historia que va de menos a más, pero como todo en la película, está elaborado con moderación y muy buen gusto.
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