Martyrs (2008)
Principios de los años 70. Lucie, una niña que desapareció hace un año, logra escapar del lugar donde todo este tiempo ha estado sufriendo todo tipo de torturas. Lucie es hospitalizada, donde intentará recuperarse a pesar de las terribles pesadillas que sufre. Allí forja una amistad con Ana, otra niña a cargo de la institución después de haber sufrido abusos en su familia.
15 años más tarde, en una casa de campo donde vive una familia, aparece Lucie, fusil en mano, disparando al padre de familia…
Sin duda, nos hallamos ante una película diferente dentro del género, una propuesta inteligente que nace desde la venganza y la violencia más extrema. Una violencia de especial dureza, que de algún modo su director nos muestra de manera controlada, a pesar de las imágenes escabrosas que de principio a fín llenan la pantalla.
Pascal Laugier, nos introduce en la dramática historia de una niña que logra escapar después de años de torturas, y su correspondiente trastorno mental de temor e inseguridad por todo aquello que la rodea, y que con los años, la lleva a perpetrar una venganza a ciegas movida por la fuerza de una locura irracional. Las víctimas, una familia modélica que vive apartada de la ciudad y que se nos muestran, a pesar de las apariencias, como los culpables de aquello que la perturba, reciben un fulminante correctivo. Comienza entonces una lucha de ésta y de su incondicional amiga de internado, por sobrevivir y abandonar el estado emocional en que se encuentra la protagonista. Momentos en que las persecuciones y el sanguinolento juego del escondite, crean una alta atmósfera de tensión que se conjuga con escenas fuertes y un alto ritmo.
Pero una vez llegados, a lo que creíamos como el punto más álgido, que por otro lado nos llega como algo típico y ya visto, el film va más allá, y se embarca en una serie de revelaciones y descubrimientos donde comprendemos la oscura historia, que a través de pequeños flashbacks se nos había ido introduciendo desde el principio. Escenas impactantes que ofrecen una idea más clara de lo sucedido.
Pero el director, no contento con todo esto, realiza un cambio argumental que da nuevas espectativas al metraje, y que acabara por mostrarnos la verdadera crudeza que se esconde trás la trama inicial, y lo que realmente pretendía explicar con ella. A base de meditados planos y secuencias cortas, el director refleja el sufrimiento y la más febril exposición a la violencia con unas interesantes escenas, que sin embargo, alargan demasiado la cinta acercandola a un aburrimiento, solo superado por el deseo de presenciar donde nos lleva tanta angustia. Algo que indudablemente valdrá la pena gracias a un final incómodo, irónico y excelente.
En definitiva, Martyrs de Pascal Laugier, dejando de lado algunas de las pre-críticas, vómitos y demás artimañas para vender el film, es el propósito de un humilde director con las ideas claras, que nos muestra con una dureza extrema, una todavía más extrema historia oculta trás violentas torturas.
El momento: Una de las chicas automutilandose las muñecas con un cuchillo y frotandose la cabeza contra la pared.
La imágen: Por impactante e incómoda, la última tortura a la que es sometida una de las chicas.
Articulo especial ‘Martyrs’ de Pascal Laugier
APARIENCIAS HUMANAS, SUFRIMIENTO Y MIEDO A LA MUERTE
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