Otto; or Up with Dead People (2008)

Otto es un muerto viviente con problemas de identidad, que acaba de salir de su tumba en un cementerio de Brandeburgo y se encamina en autostop hacia Berlín. Una vez en la ciudad, conocerá a una directora de cine que esta filmando una película porno de zombies gays, hecho que le ayudará a recordar eventos de su pasado..

El curioso film que nos presenta Bruce LaBruce, uno de los principales artífices del llamado homo-punk y realizador de polémicas y extravagantes películas entorno al mundo gay, se trata de un experimento que mucho tiene de personal, en el que se mezcla diferentes géneros y aspectos de indudable aire de protesta y revolución, compuesto por una comedia romántica gay, porno light, política y algo de terror.
Teniendo en cuenta los precedentes del director, el film se puede esperar con cierta aprensión por algún espectador, dando por hecho un gran contenido homosexual en él. Pero la película en sí, posee un bajo contenido pornográfico, y solo en contadas secuencias se nos muestran imágenes explícitas que no tendrían que escandalizar a nadie, tratando el tema superficialmente en pro a su comercialización.

LaBruce, lleva a cabo la fusión de la homosexualidad con las películas de zombies, como un convencimiento personal de que eso será algo que en un futuro muchos directores pondrán en práctica, de momento, él logra filmar con gran acierto secuencias que indudablemente pasaran a la historia del género, y construye un personaje propio con estética zombie-ghotica, que resulta visualmente atrayente.

El personaje principal es un joven llamado Otto, que deambula cual mugriento zombie por las calles alimentándose de animales, sin rumbo y ajeno a lo que le rodea. La supuesta condición de ‘zombie’ del chico es continuamente cuestionado por los demás, quienes nada más lo ven como un bicho raro, algo que acentúa el problema de identidad que este siente. La aparición de una directora de cine experimental con ideas revolucionarias,  personaje que claramente resulta ser un alter ego de LaBruce, quien está llevando a cabo la filmación de una película porno de zombies gays, verá en Otto un producto interesante con el que trabajar en sus proyectos. Ambas historias se juntarán y servirán para que la mente de Otto se abra y podamos ver a través de flashbacks en la memoria del joven no muerto, su pasado y la relación con su novio.

Una cinta de elementos surrealistas, como la propia trama ya propone, que entrelaza secuencias de diferentes momentos y personajes de la historia que luego serán ordenados adecuadamente. LaBruce utiliza diversidad de enfoques y estilos en el film, mezclándolos y fusionándolos como elemento para distinguir los diferentes personajes. Escenas en blanco y negro para presentar un film dentro de otro, negativos psicodélicos y estridentes para la visión de Otto y un tono sepia desgastado y añejo, que simula el cine mudo, acompañando a uno de los más extravagantes y curiosos personajes del film, que incluso está acompañado por ínter títulos en sus diálogos.

Las secuencias: Aunque en el film de LaBruce la homosexualidad sea un pretexto, este incluye numerosas escenas eróticas entre los jóvenes protagonistas, y solo se introduce en el porno en un par de ellas. La orgía final en la que el director deja ver algún que otro miembro viril, felación y demás, o la que para mí es la imagen de la película, cuando un tipo está penetrando a su amigo por una herida del estómago.
Destacar la secuencia en el cementerio, que tiene como protagonistas a la directora y a su novia supuestamente muerta, en la que la pantalla es dividida y fusionada en dos, dejando a cada uno de los personajes en su mundo, vivos colores por un lado, blanco y negro por otro.

 

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