Right at Your Door (2007)
Como cada mañana, Brad se despide de su mujer Lexi que se marcha a trabajar. Al poco rato una cadena de bombas explosiona en la ciudad, y los medios adjudican el acto a una acción terrorista. Las bombas generan una nube de gas tóxico y las carreteras y otras comunicaciones quedan absolutamente inutilizadas. El gobierno obliga a sellar las casas y aconseja no salir a la calle a nadie para no contagiarse. En medio del miedo y el aislamiento, Brad decide ir en busca de su mujer.
El debutante Chris Gorak, quien escribe y dirige el film, inicia su carrera con una historia de tensión y supervivencia, que sitúa a la población de Los Angeles en una situación extrema.
La película pone a gran parte de la humanidad en peligro por culpa de los gases que se han esparcido por toda la ciudad a consecuencia de unas extrañas explosiones, unos gases que según las autoridades son altamente contagiosos, resultando una gran amenaza para aquellos que sean expuestos o tengan contacto con ellos.
Siguiendo ligeramente la estela de películas como «28 días después» pero sin rabiosos infectados, el film de Gorak, muestra una trama más encaminada hacia las relaciones entre los personajes principales y a los inprevistos que se encontrarán debido a la situación que les a tocado vivir. Unos personajes que muy pronto se verán cuestionados por terribles decisiones que les pondrán en algún que otro dilema, momentos en los que el espectador se pone en la piel de los personajes y hasta llega a preguntarse que haría uno mismo.
El film no es nada del otro mundo, pero el tema y la forma en que es tratado resulta interesante, desmarcándose de producciones en las que «virus» es sinónimo de zombie o muerto viviente. «Right at your door» parece tocar de pies en el suelo y cuenta una historia más cercana y posible, de igual modo, su efectividad está en como terminará todo, sin utilizar ni imágenes de impacto ni efectos especiales con grandes explosiones, dejando las conclusiones para los últimos momentos, donde descubriremos un final con sopresa incluida, que te deja helado.
Rory cochrane, uno de los chicos de C.S.I. Miami, protagoniza este aceptable film, que a pesar de no tener excesiva expresión en su cara lleva de principio a fin el film por buen camino.
El momento: El final totalmente inesperado.
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