Rule Number One (2008)
El sargento Li (Shawn Yue) es trasladado de departamento a causa de haber matado a un hombre en un parking. Lo trasladan al MAD (Departamento de Asuntos Extraños) junto a un nuevo compañero, a punto de jubilarse (Ekin Cheng), el inspector Huang.
Su nuevo compañero, alcohólico y gran veterano en el MAD, le explica que su departamento es el que responde a las llamadas sobrenaturales aunque la regla numero uno que tienen es: Los fantasmas no existen. Así que en cada llamada que tengan tendrán que dar una explicación racional y/o científica del suceso aunque con el comienzo de una serie de extraños suicidios de adolescentes, los inspectores se darán cuenta de que la primera regla no siempre se cumple.
Rule Number One es una aparente cinta policíaca del director de Singapur Kelvin Tong, el cual ha acabado afincándose en el cine hongkonés y convirtiendo este thriller policial en un film sobrenatural.
En sus comienzos el film tiene una muy buena impresión pero a medida que va pasando el tiempo, se va haciendo lenta y hasta hay momento que es aburrida. Kelving Tong siempre orienta sus films al mundo de lo paranormal, especialmente al mundo fantasmal, así que intenta cabalgar entre una cinta policial y una fantasmal, sin llegar a cuajar del todo, ya que no es del todo creíble la interpretación de los dos “cazafantasmas”.
Si el espectador espera terror o acción, lo que se va a encontrar es con un film con pequeños toques de posesiones y muchos toques de lentitud, ni siquiera va a encontrarse con ningún susto fácil, que a su vez se agradece. Lo que si podemos encontrar es algún toque de sangre y de un humor un poco simple.
Y en cuanto a los protagonistas de la historia, realmente uno no se siente identificado con ninguno de los dos, ya que entre el joven trasladado a la nueva unidad, que no tiene demasiados matices en su papel y el inspector avejentado que está como de vuelta de todo, el espectador se siente fuera de lugar en vez de involucrarse en el film.
En definitiva, es un film original en cuanto a que los fantasmas son perseguidos por una unidad especial de la policía, pero por lo demás no nos encontraremos con nada extraordinario, novedoso, impactante ni emocionante, incluso hay escenas que nos recuerdan films como “Suicide Club”, lo único que se salva, para mi gusto, es el final, lo que hace que valga la pena ver esta película hongkonesa.
Lo mejor: absolutamente, el final.
Lo peor: lo lenta y, a veces, pesada que se hace la película.
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