Saw II (2005)

Los perversos juegos de Jigsaw han vuelto. Un cadáver junto a una nota dirigida al detective Eric Matthews, hacen que éste, encargado de seguir las investigaciones, consiga dar con el paradero del asesino con bastante facilidad. Con el arresto de Jigsaw parece que todo llega a su fin, pero pronto descubrirán que son víctimas del nuevo plan con el que el asesino pretende llegar aún más lejos.

Como si de un reality-show se tratara, unos monitores reproducen imágenes en vivo de lo que parece ser otro de sus maquiavélicos juegos, en el que ocho personas desconocidas entre sí, han sido encerradas e infectadas con un gas nervioso que acabará con ellas en dos horas, si no encuentran antes el antídoto. El detective Matthews, que trata de dialogar con Jigsaw para averiguar el paradero de los rehenes, se verá profundamente involucrado cuando se de cuenta que entre ellos está su hijo.

Esperadísima secuela de unos de los films más exitosos del 2004, que sin hacer demasiado ruido se convirtió en una film referencial, dejando muy buen sabor de boca pero con ganas de más. En esta segunda parte, continúan las andaduras del asesino apodado como «Jigsaw».

Esta vez, James Wan, director de la cinta original, participa como Guiónista acompañado por Lynn Bousman y Leigh Whannel, un punto a favor para la historia que de esta forma mantiene el mismo punto de mira que la primera, y a la vez aporta a la historia nuevas cábalas y juegos macabros como los que pudimos ver hace un año. El director de ésta segunda parte, Darren Lynn Bousman, ha contado con más presupuesto que James Wan, y sus intenciones eran las de superar las ingeniosas maneras con las que Jigsaw trata a sus captores. Lynn Bousman, tras años dirigiendo video clips y anuncios publicitarios, debuta en el mundo del cine con este film, algo arriesgado pero que obtiene buenos resultados.

Con la frase «Hola, Michael. Quiero que juguemos a un juego…», comienza el film y ya podemos ver lo que nos espera a lo largo del él. Siguiendo las pautas de las segundas partes, más asesinatos, más sangre… Saw II, comienza con un prólogo angustiante, no apto para cardiacos, que te mantiene en tensión e incluso hace que apartes la mirada de la pantalla, hasta que llega lo inevitable. El desarrollo del film es inquietante y se van abriendo nuevas visiones en la historia no vistas antes, como el echo de tener frente a frente al frío y calculador asesino, que parece tener las cosas muy claras en todo momento, el mayor número de cautivos, que hace que todo se complique y nazca un instinto asesino en aquellos que parecen ser gente normal, y la implicación directa del detective, cuya vida esta a punto de torcerse aún más.

El ritmo del film está en todo momento acompañado por una serie de giros inesperados que te enganchan a la trama a la espera del desenlace, que de nuevo y quizás sin superar a la primera, te coge de sorpresa, dando un giro radical a la historia descubriendo a que se está jugando en realidad. Un final sobrecogedor que ratifica y multiplica por dos todas las sensaciones que hemos podido vivir a lo largo de los 90 minutos de metraje.

El film posee momentos muy crudos y desesperantes, en determinadas situaciones donde los personajes están totalmente a merced de Jigsaw y de sus trampas, podemos apreciar un verdadero climax de autentico terror, la angustia vivida por los personajes en esos momentos, que podríamos ser nosotros mismos, inquietan al más tranquilo y solo con la resolución de estos, podemos descansar y prepararnos para la siguiente. Pero lo que da realmente terror en el film, no es la sangre y la violencia que en ella aparece, que es bastante y bien realizada, si no, el control total que Jigsaw muestra en todo lo que va sucediendo, incluso estando custodiado por la policía, una maquinaria casi perfecta de hacer el mal de la única y más dolorosa manera posible.

Repite papel Tobin Bell, como Jigsaw, que aquí posee más minutos de actuación que en la primera pero quizás no tan impactantes, un actor que entiende a la perfección lo que a de mostrar al público trasmitiendo esa sangre fría con la que cuenta su personaje. También podemos ver a Shawnee Smith, como Amanda, la única superviviente de los brutales juegos de Jigsaw, que pasó como un personaje secundario en la primera a pesar de ser bastante conocido gracias a los teaser de la película, aquí se ve de nuevo sumida en la trampa, pero el desenlace es algo distinto. Los demás personajes cumplen con su cometido y se desenvuelven muy bien en las diferentes y angustiantes pruebas a la que son sometidos.

Saw 2, no defraudará a los seguidores del film original, ya que esta a la altura en muchos conceptos y continua de manera brillante las hazañas del asesinos en cuestión. Sin llegar a superarla, constituye un buen punto y seguido a la historia y además se enorgullece de ir más lejos y de engañar sutilmente al espectador, que disfrutará impasible en el sofá hasta los créditos finales. Realmente nos hallamos ante el nacimiento de un clásico del que muchos directores tomarán referencia a partir de ahora para próximos trabajos, por su original trama, la estupenda fotografía, una sensacional crudeza, y por crear un personaje como el de Jigsaw que ya se ha hecho un hueco entre los grandes asesinos de la historia del cine.

El momento: Desde un principio desesperante hasta el cambio argumental del final, hay grandes momentos a destacar. La pose fría y segura de Jigsaw en todas sus apariciones, los primeros momentos del juego definitivo donde todos comienzan a desesperar, las pruebas que han de superar los rehenes, a cual más sádica y retorcida, y el desenlace cuando vemos la verdad de todo.

El final pretendió ser tan sorprendente que sólo los actores principales y algunos elegidos del equipo técnico recibieron las últimas páginas de tan custodiado guión.

Adicionalmente, los creadores rodaron «cuatro o cinco» finales alternativos, para no revelar sus intenciones finales.

 

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