Saw (2004)
Adam y el doctor Lawrence Gordon, despiertan en una sucia sala atados con cadenas de los tobillos, uno a cada extremo de la habitación. No solo no se conocen entre ellos, sino que tampoco habían visto nunca al cadáver que se halla justo en el centro de la sala, boca abajo y cubierto de sangre, sosteniendo en una mano una pistola y en la otra una grabadora. Desconcertados y asustados comienzan a preguntarse por que están allí y en esas condiciones, lo último que recuerdan es que estaban cada uno en su casa. Nerviosos buscan la manera de desatarse mientras piensan quien les puede estar haciendo esto.
Ambos, encuentran en sus bolsillos unas cintas de cassette, el doctor Lawrence halla también una llave y una bala. Pero es inútil, la llave no consigue abrir ninguna de las cadenas a las que están atados. Una vez logran alcanzar la grabadora que el cadáver lleva, escuchan las cintas donde una voz grave y amenazante le cuenta a Adam que solo está allí para morir y que debe esperar. Al doctor Lawrence, le advierte que si no mata a Adam antes de las seis, su mujer y su hija morirán. Tras varios intentos más de desatarse, el doctor Lawrence recuerda algo que pasó hace unos meses que quizás tenga que ver con todo esto.
Saw, se ha convertido en una de las películas más sorprendentes del año 2004, que sin hacer demasiado ruido llega a convertirse en un film de culto, teniendo en cuenta su alto contenido violento, con imágenes fuertes e impactantes y un argumento sobrecogedor que hace que te pongas nervioso frente a la pantalla.
Nos hallamos ante una película verdaderamente original, en la que de principio a fin podremos encontrar y vivir en primera persona la angustia, el terror, la incertidumbre y vernos envueltos en pequeñas sorpresas, que dotan a la trama de un ritmo incesante en cuanto al suspense se refiere y disfrutaremos sintiendo la crueldad de la historia.
Un comienzo desconcertante e intrigante que poco a poco vas asimilando a medida que los personajes van encontrando o barajando indicios de como y porque se hallan en esa sucia y fría sala con los tobillos atados con cadenas, con un invitado que a parecido correr peor suerte. Un ambiente tétrico y hostil para llevar a cabo una trama perfectamente construida, con infinidad de sorpresas que hacen aun más curiosa la película.
Un loco asesino en serie apodado «Jigsaw», parece ser el culpable de este macabro secuestro y de otros casos que anteriormente han estado complicando la vida a los mejores detectives de la ciudad. Un tipo que juega con sus victimas y las utiliza a su antojo hasta acabar con ellas de maneras diversas.
Una película que juega con el poder de la mente en situaciones inverosímiles, observando las reacciones de la gente en momentos determinados, incluso incitándolos a cometer actos que en otras condiciones no serían capaces de hacer. El terror, la desesperación, la soledad e incluso el pánico a lo desconocido hacen que los nervios se apoderen de uno mismo. Estas situaciones dotan al film de un morbo especial por ver lo que son capaces de llegar a hacer los protagonistas con sus vidas.
Saw, sigue la línea de thrillers psicológicos de la talla de «Seven» o «El coleccionistas de amantes», que ofrecen una vista personal y muy diferente de lo que es un asesino en serie y en las que se puede ver diferentes maneras de actuar a la hora de captar o torturar a sus victimas.
Danny Glover en el papel del detective, realiza un buen trabajo, así como los demás actores, entre ellos Cary Elwes, Dina Meyer, Tobin Bell o Ken Leung.
El momento: De los buenos momentos de este film, destacar el impacto que produce el comienzo de éste, cuando los dos tipos despiertan atados en cadenas, a oscuras y desconcertados en un lugar que no conocen, frío, sucio y con un cadáver en el suelo. Así como las sorpresas que se van sucediendo durante todo el film, sobretodo la sorpresa final. Acojonante!
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