Silent Hill: Revelation 3D (2012)
Desde hace años, Heather Mason y su padre han estado huyendo por la carretera, siempre unos pasos por delante de las fuerzas peligrosas. Ahora, en vísperas de su 18 cumpleaños, plagado de pesadillas horribles y la desaparición de su padre, Heather descubre que ella no es quien cree. Las revelaciones la llevan a adentrarse en un mundo demoníaco que amenaza con dejarla atrapada en Silent Hill para siempre.
Como buen fan que soy de la saga de videojuegos Silent Hill, es inevitable que le tenga cierto cariño al argumento que se trata aquí. Lo primero que me gustaría resaltar de SHR3D es que es una película muy fiel al videojuego en cuanto a personajes y trama, y eso es algo muy difícil de encontrar en una adaptación corriente. El problema es que fidelidad no es garantía de éxito. El lenguaje cinematográfico es distinto al de un videojuego y aquí es donde la película no sale bien parada.
Silent Hill: Revelation continúa la estela de su primera parte logrando momentos oscuros y turbios al más puro estilo de Cronenberg o Lynch. El gore se ve incrementado positivamente y, aunque no alcanza el nivel de su predecesora en cuanto a diseño de arte, donde te metías de lleno en el pueblo, también logra unos espacios perturbadores, aunque no siempre. A veces tanto las localizaciones como los efectos se ven muy limitados y esto es grave pues da una ligera sensación de cutre que en el subconsciente la coloca como una serie B cuando no pretende serlo.
La dirección no está mal, se ve una planificación rigurosa detrás, aunque no acaba de conseguir la tensión necesaria como para lograr sustos de los que uno recuerde. El miedo en el cine no es sencillo de transmitir. Hace falta, entre otras cosas, una coordinación perfecta entre el sonido, la luz, los efectos y cómo nos muestre el plano lo que ocurre en pantalla. J. Basset se sabe la teoría, de eso no hay duda, pero a mí en ningún momento ha conseguido hacerme saltar de la butaca, ni sentirme inquieto por el supuesto peligro latente. Si tan sólo fuese un thriller psicológico podría pasar… Pero la esencia de una historia como la de Silent Hill es de género terrorífico, algo que no se puede obviar.
Por otro lado tanto la fotografía como el sonido están cuidados y no saltan en los momentos indebidos. Sin embargo para mí los dos problemas claves que sufre este filme son: La estructura del guión, es decir, cómo está contada la historia, y el clímax.
Si hablamos del guión nos encontramos ante una mezcla de elementos que tardan en arrancar. Durante los primeros treinta y cinco minutos de metraje, treinta son de los protagonistas hablando y revelando cosas del pasado que a alguien que no haya visto la primera entrega le costará bastante seguir. Por otro lado, la información que se le da al espectador a veces es innecesaria, ya que parece que todo necesita ser atado en el mismo momento en el que uno se hace las preguntas. Aún con esto, el inicio te plantea dudas y no da la impresión de incoherencia… Por lo que tampoco provoca que quieras abandonar la película. Una vez llegados al pueblo que le da título, la trama comienza a avanzar progresivamente. Hay escenas logradas y otras un tanto cutres pero consigue llamar la atención y hacerse entretenida. Al menos hasta que lleguemos al tercer acto.
¿Qué pasa en el tercer acto? Pues que todo se pierde en diálogos de nuevo sin sensación de terror. Ojo, no es que el final sea malo, de hecho el epílogo sacará una sonrisa a los más fans por lo que supone, lo malo aquí es el clímax final de la acción. El momento donde todas las apuestas están hechas y se resuelve el conflicto para bien o para mal. Un clímax donde todo se soluciona de manera fácil y sencilla, hay un breve intento de hacer algo épico que dura tan sólo unos diez segundos y, Game Over. Una pena, pues esto era uno de los puntos fuertes de la primera parte y podían haber seguido la estela.
Lo peor es que te da la sensación de haber visto una película del montón con bastantes elementos con los se podría haber hecho algo mucho mejor y de la que sí que se salvan algunas escenas bien conseguidas. No diría que es mala porque no trata de tonto al espectador ni tampoco tiene lagunas de guión graves, sin embargo, a J.Basset no le hubiese venido nada mal haberla escrito con otro guionista más en vez de en solitario, porque por muy sabida que tengas la exitosa historia original todo puede perderse cuando la intentas adaptar. Aquí como digo, no está todo perdido… Pero casi.
En conclusión, una película entretenida para los amantes de la serie B y los fans incondicionales de la saga de Konami. Los que busquen algo de terror lo tendrán complicado, aunque yo recomiendo un visionado.
Lo mejor: Es muy fiel al videojuego.
Lo peor: En todos los sentidos técnicos es un serie B intentando ser un serie A. Y no lo consigue…
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