Stay Alive (2006)
En opinión de los cien millones de aficionados a los videojuegos en Estados Unidos, cuanto más realista sea y más gancho tenga un juego, mejor. A pesar de que el nuevo videojuego de terror y supervivencia Stay alive (basado en la historia real de una asesina en serie conocida como la Condesa Sangrienta que vivió en el siglo XVII) aún no se ha comercializado, ya se ha ganado la impresionante reputación de estar plagado de pruebas sobrenaturales, escalofriantes y letales que llevan a los jugadores hasta el límite. Sólo hay un pequeño problema: los jugadores de Nueva Orleans que consiguieron hacerse con una copia en versión beta (el videojuego todavía no ha sido comercializado ya que contiene errores) de Stay alive mueren uno tras otro, asesinados del mismo modo que sus personajes en el juego. Entonces, ¿juegan ellos con el juego o juega el juego con ellos?
Pocas veces una premisa tan jugosa y con tantas posibilidades se ha quedado en nada, nos han vendido humo, desaprovechando una oportunidad única para atraer a jóvenes, interesados en el cine de terror o en el juego del cual proviene y se basa la película.
La cinta nos habla de un juego que va a salir en breve, un juego online en el que puedes jugar con millones de personas y que promete ser el juego más realista, adictivo y apasionante de todos los tiempos. Un grupo de jóvenes, tras la muerte de un amigo común en extrañas circunstancias, se hacen con una copia beta de este juego (al que su amigo había jugado instantes antes de morir). Desde el momento en que empiezan a jugarlo, uno a uno irán muriendo inexplicablemente del mismo modo que lo han hecho en el videojuego (cosa que, aunque parezca mentira, no sorprende demasiado a los adolescentes). Es entonces cuando se dan cuenta del motivo por el que había muerto su amigo (que incluso se lo llegan a encontrar muerto en el juego del mismo modo que lo encontraron difunto en la vida real): el juego lo mató, y tienen claro que no deben descansar ni un solo segundo hasta completar el juego si quieren salir con vida de esta historia. La tarea no es nada sencilla, ya que en el mismo aparecen monstruos, zombis e innumerables trampas que pretenden hacer del juego una experiencia intensa y gore para lograr la aventura más apasionante que haya podido jugar cualquier persona.
Si consiguen superar todas las pruebas y niveles se enfrentarán a la condesa Elizabeth Bathory, aunque si llegar hasta ella será una misión casi imposible, vencerla lo será todavía más.
Da la sensación que el equipo de producción quería rodar esta película lo antes posible, sin pulir las escenas y sin importar nada más que el beneficio económico (cosa que también fue un fracaso, ya que las taquillas de todo el mundo apenas dieron beneficios), y este hecho da como resultado un filme pobre, con apenas sangre (que sería uno de los aspectos más normales en relación con el juego al que va relacionado) y unas escenas interminables donde a cada suceso que se produce en la trama le acompaña una investigación policial (que también es más que criticable, sobre todo teniendo en cuenta series de tanta calidad como CSI, donde brillan este tipo de escenas).
Lo único que destacaría es la aparición de Frankie Muniz (de la serie Malcolm), y más por la admiración que siento hacia él que por el absurdo papel que le toca interpretar, ya que es tan nefasto como el filme.
Como hechos “destacables” podríamos señalar que Stay Alive fue la primera película de Hollywood Pictures en cinco años (y vaya elección hicieron…), y que fue la última producción que completó su grabación en New Orleans (Louisiana) antes del huracán Katrina… aunque esto sólo son las anécdotas que acompañan a esta “infumable” película.
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