The Divide (2010)
Cuando una cataclísmica explosión devaste New York, ocho extraños se refugian en el sótano de su edificio, un refugio diseñado por su paranoico superintendente Mickey. Con sólo tres habitaciones conectadas entre sí, el tamaño apenas permite vivir a los ochos desconocidos, pero con provisiones de sobra, el grupo está al menos a salvo de los horrores que reinan en el exterior, y se aislan con el objetivo de sobrevivir a la pandemia que ha acabado con sus seres queridos.
Pero, de pronto, una escuadra embutida en trajes HAZMAT penetran en el refugio y abren fuego. Los extraños unen fuerzas en un intento desesperado de vencer a este enemigo, sin entender qué buscan estos HAZMATS y que los lleva a ser tan implacables. Con muertes en ambos lados, los HAZMATS restantes se retiran y cierran las salidas del refugio. Aunque lo peor está aún por venir…
La claustrofobia del aislamiento, el miedo a la radiación y el comienzo de la escasez de suministros hacen mella en la condición mental y moral. Y Eva, la más joven y bella del grupo, comienza a preocuparse tremendamente, porque el resto de varones están comenzando a mostrar los indicios de un descenso a lo más bajo de la condición humana. Y su prometido, Sam, no es rival en lo físico para ellos.
Con la tensión ascendiendo a cotas insufribles, el santuario de salvación transformado en un infierno viviente, y Sam incapaz de ayudar a su amada Eva, ésta deberá confiar en sus propios instintos para evitar convertirse en la víctima del grupo en un emocionante y estremecedor tercer acto.
Para sobrevivir al fin del mundo, primero debes sobrevivir a quienes te rodean…
The Divide era una de las películas más esperadas por un servidor de la 44 edición del Sitges Film Festival, y puede que esto haya hecho que exigiera más de la cuenta al filme, pero tras visionar la absorbente Frontiere(s) creo que de Xavier Gens (el director en ambos casos) podemos (y debemos) esperar mucho más de lo que nos brinda en ésta ocasión.
La cinta comienza (en la secuencia más espectacular de la misma) con la explosión de una bomba atómica; los habitantes de un edificio de Nueva York intentan sobrevivir a los gases tóxicos que se desprenden de la misma, por lo que huyen despavoridos escaleras abajo hasta llegar al sótano (irrealmente enorme), en el que vive Mickey (Michael Beihn, tan rudo y convincente como siempre), un antisocial y maniático inquilino que impone su ley en todos los aspectos de la forzada convivencia.


Los días pasan y el grupo permanece encerrado con el fin de no contagiarse, pero tras la visita de un ejército de militares dotados de extraños y futuristas trajes se verán obligados a enfrentarse a ellos; realmente lo que pretenden es recolectar a niñas (concretamente sus cabelleras, como comprobaremos más adelante con la hija de una de las supervivientes, Marilyn, a la que raptan sin titubear y de manera salvaje) y realizar un estudio minucioso de Dios sabe qué y para qué (nada al respecto nos desvela la trama); los víveres escasean, y es entonces cuando los invitados deciden revelarse contra el anfitrión, torturándolo y comenzando de éste modo una espiral de vejaciones, agresiones (especialmente impactante la que llevan a cabo contra la mujer que recientemente ha perdido a la hija) y actitudes paranoicas, una combinación de elementos que terminará de forma dramática para la mayoría de ellos.


La aparición de Michael Beihn es todo un incentivo, pero su personaje no está lo suficientemente explotado, y el resto de interpretaciones son más que correctas aunque flojean en ocasiones (no lo hace en ningún momento Lauren German, tan bella como implicada en el proyecto, al igual que sucedió con su papel coprotagonista en la gratificante Hostel II; completan el reparto (amén de los ya citados durante la crítica Michael Beihn, Rosanna Arquette y Lauren German) Milo Ventimiglia en el papel de Josh (el cabecilla del grupo), Michael Eklund en el papel de Bobby (el acérrimo seguidor de Josh), Courtney B.Vance en el papel de Delvin (quien intenta proporcionar, sin éxito, sensatez en la difícil convivencia), Ivan González en el papel de Sam (uno de los personajes más atrevidos) y Jennifer Blanc en el papel de Liz (intermitente y poco creíble).







