Valhalla Rising (2009)
“Al principio solo existía el hombre y la naturaleza. Hombres llegaron cargando cruces y expulsando a los infieles… a los confines de la tierra”. Con esta contundente cita Nicolas Winding Refn nos adentra en un relato repleto de mitología y simbolismo, en el que como en la trilogía “Pusher” (1996,2004,2005), “Bleeder” (1999), “Bronson” (2008) o la más reciente “Drive” (2011) la violencia es su particular leitmotiv.
One Eye (Mads Mikkelsen) es un enigmático guerrero con una fuerza sobrehumana que no ha perdido ningún combate, tras varios años de esclavitud logra escapar a su cautiverio con la ayuda de un niño. En su particular peregrinaje se encontraran con un grupo de soldados cristianos cuya misión es reconquistar “La Tierra Santa “y crear una nueva “Jerusalen·. One Eye y el niño se unirán a ellos, a pesar de no ser creyentes, comenzando así un viaje a los infiernos.
Nicolas Winding Refn con la metáfora como herramienta da su particular visión de la soledad humana, con la religión y la Europa del siglo X como trasfondo. Una de las notas más destacables del film es la interpretación que realiza Mads Mikkelsen (One Eye), que sin tener ni un solo dialogo en todo el metraje dota a su personaje de una expresividad inquietante que llena la pantalla. Un protagonista perfectamente construido por Nicolas Winding Refn, del que el desconocimiento sobre él es su mayor atractivo y es que de One Eye poco o nada sabemos, a parte de las visiones que tiene, por no tener no tiene ni nombre, ya que ese singular apodo es obra del niño, y que como él mismo se encarga de aclarar… proviene del mismísimo infierno. Puede resultar extraño hacer una película sobre alguien del que no se desvela su nombre en ningún momento. ¿Como puede simpatizar el espectador con alguien del que no sabe absolutamente nada? son numerosos los ejemplos que hay al respecto, uno de los famosos es el del duo Sergio Leone y Clint Eastwood con la trilogía del “Hombre sin nombre” : “Por un puñado de dolares” (1964), “La muerte tenía un precio” (1965) y “El bueno, el feo y el malo” (1966). Nicolas Winding Refn juega la baza de manera inteligente envolviendolo en un aura de misterio que junto a la magnifica fotografia de Morten Soborg y la banda sonora del tandem Peter Kyed – Peter Peter convierten la obra en una experiencia totalmente hipnotica para el espectador.
El director nos presenta la película divida en 6 capítulos, comenzando por la liberación de One Eye y terminando con la llegada a una tierra desconocida. Un viaje a los confines de la tierra repleto de imágenes duras, sucias e intensas creando un estado emocional de locura y desesperación.
Valhalla Rising es una obra que puede resultar de difícil comprensión ya que esta repleta de alegorías, simbolismos y momentos oníricos que sino se tiene un buen conocimiento de toda la mitología que rodea el filme no se saca todo el partido al mensaje intrínseco de la película. Esto unido a un ritmo narrativo pausado puede provocar que el espectador se sienta indiferente y no conecte con ella.
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